Esto que dice Juan de Mairena sin mucha seguridad es verdad: hay oro en el agua de mar, igual que otros muchos elementos en cantidades que los científicos llaman trazas y que vienen a ser más o menos como el clembuterol que contenía el filete de Contador.
El agua de mar contiene como todo el mundo sabe NaCl, responsable de su sabor. A muchos profesores de Química les gusta maravillar a sus alumnos diciendo que en el mar se encuentran todos los elementos de la tabla periódica, mientras señalan la tabla periódica que han colgado en el aula, con un gesto copiado del hombre del tiempo cuando este señala que la borrasca afectará a todo el levante.
Creo que la sal es la única sustancia o de las pocas que es económicamente rentable extraer de agua de mar, por ejemplo en las salinas de San Fernando, como cantaba Camarón. Si vas a comprar sal a estas salinas, el paquetito más pequeño que te puedes llevar es el de 30 kg, que da para hacer varias doradas a la sal.
No entiendo cómo un alquimista existencialista puede olvidarse de algo tan importante como la densidad del agua de mar, tan importante para las mareas como la propia luna.
ResponderEliminarPor otra parte, lo del hombre del tiempo ha sido un guiño a su etapa de meteorólogo, no??
Tampoco entiendo cómo este ordenador me permite poner comentarios, hoy.
Querida M.P:
ResponderEliminarMuchas gracias por su apunte sobre la densidad. No se le escapa a usted una, efectivamente ahí iba el guiño a mi etapa como hombre del tiempo en Tele Cuenca, donde me gané el apodo del Marvizón conquense.
Con respectoa lo del ordenador, lo que tudise no puedo entender.
Y no digo nada más que la bloguera Isabel me regaña
Al contrario que en otras entradas, la cita literaria es, en esta ocasión, muy cortita pero la reflexión de Jean Sol le saca mucho jugo. Desde Camarón y las salinas ( que tendrán se época gloriosa ahora vendiendo sal para las carreteras con nieve), a los profesores de química con la tabla periódica ( a mi, no se bien por qué, siempre me atrajo la tabla periódica y quería tener una alfombrilla para el ratón con ella). Percibo que en este blog salen muy bien parados siempre los profesores de Química.
ResponderEliminarEn cuanto a la cita, Ángel González tiene también un poema que relaciona la poesía con el agua: “Escribir un poema: marcar la piel del agua.” Después sigue reflexionando sobre cómo el lector, ante el poema, puede emocionarse o “transparencia pura, hondo fracaso- no ve nada”
Al gran neurólogo Oliver Sacks también le atrae el orden reinante en los elementos de la tabla periódica, tanto es así que es conocido por tener una en la pared de su cuarto de baño, anécdota ésta que le gusta contar en sus entrevistas. El caos y la entropía del universo frente al riguroso orden de los elementos que lo componen. Ya que se mencionan los elementos, quisiera recordar aqui la pregunta que un nieto hacía a su abuelo hace unos meses: "abuelo, ¿jugamos con los elementos?".
ResponderEliminarY por alusiones, aprovecho para comentar que no tuve la suerte de presenciar el comentado truco de magia del profesor de química que se menciona en entradas anteriores. Pero sí puedo decir que el profesor en cuestión siempre tenía anécdotas amenas, cultas, interesantes y útiles para consolidar el tema que se tratara ese día. Inolvidable profesor.
ResponderEliminarYo también conozco a ese abuelo y a ese nieto aficionado a los elementos, que aunque no sean los del sistema periódico, elementos son al fin y al cabo. También conozco al profesor citado y aunque no tuve la suerte de ser alumno suyo sí tengo parientes muy cercanos que lo fueron. No conocía sin embargo los versos de Ángel González ni que el Sr. Partre hubiese sido hombre del tiempo en Cuenca. ¡ Cuantas cosas ignoramos! Y hablando de Cuenca, ¿coincidió Vd. allí por un acaso con el Sr. Caparrós, entrenador de fútbol y concejal?
ResponderEliminar¡Y pensar que en el mar hay oro y hay de todo, hay que ver cómo esta el mar, qué barbaritat!
Atentos saludos
Como ahora se habla de Libia, de Túnez y de Egipto, traigo a colación del oro,un relato del libro IV de Historia de Heródoto. Excuso decirles que Cartago es la actual Túnez.
ResponderEliminar"Cuentan los cartagineses que frente a ellos está la isla de Círavis......Cuentan que hay en ella una laguna de cuyo limo sacan granitos de oro las doncellas del país, recogiéndolos con plumas de ave untadas con pez.....Todo lo que cayere en esta laguna pasa por debajo de tierra y desaparece en el mar que dista como cuatro estadios de la laguna...."
Han llegado a mis oidos quejas por no haber traducido el dicho de que Etiam Homerus dormitat aliquando: héla aquí :Incluso Homero de vez en cuando se adormece.
Y para equilibrar tanta ciencia pongo otra sentencia latina uniendo al mar con los políticos que hablan y leen mucho :
Mare verborum, gutta rerum (mar de palabras,gota de hechos )
A woman
Estimada Agnes:
ResponderEliminarNo sólo las salinas de san fernando sino también los esteros de santi petri deben hacer negocio con la nieve porque aproximadamente el 50% de la sal que se obtiene se emplea en la retirada de las nieve de las carreteras, aunque últimamente los ecologistas está protestando sobre este asunto.
Una vez más muchas gracias por su apunte poético, de Ángel González esta vez, del que hace poco se cumplió aniversario de su muerte.
No se lo va a creer, pero yo tengo una alfombrilla para el ratón de mi ordenador, creo que me la regaló mi suegro.
En cuanto a los profesores de Química le diré que es un gremio en alza, antes sólo había señoras mayores con un poquito de mala leche pero ahora hay de todo.
Hola Panchi, a Oliver Sacks le recomiendo que oriente los gases nobles de su tabla periódica cerca de la alcachofa, de tal manera que los alcalinos queden lo más alejado posible del agua, para evitar riesgos, que alguna universidad ha salido ardiendo por mucho menos.
ResponderEliminarRecuerdo que los elementos que usted menciona hacían un ruido tremendo cuando caían al suelo.
Vengaaaa....
Estimado Rafael, en Cuenca estuve un tiempo después que Caparrós y me llegaban comentarios sobre la impresión que dejó, la gente decía que se veía que del equipo que entrenaba él era el único que llegaría a primera y que jugaba pachangas en las que demostraba su carácter ganador a cualquier precio, aunque sin llegar al nivel de sinceridad y falta de hipocresía de Mourinho
ResponderEliminarHace unos días llevé a mi hijo pequeño a la pediatra y me comentó que el agua del mar le sentaría de lujo para la dermatitis que padece. Yo, que ya no se que potingues echarle al pobrecito,le dije que había pensado echarle en la bañera sal y yodo, a lo que ella me contestó que el agua del mar era imposible de reproducir
ResponderEliminarDear woman:
ResponderEliminarHace usted bien en traducir, porque en mi ignorancia, y teniéndo en cuenta que últimemente debo atender a muchas madres,Mare verborum, gutta rerum lo interpreté como: madre habladora gusta regular.Antonio Machado en su Biografía dice:"Mis lecturas han sido especialmente de filosofía y de literatura, pero he tenido afición a todas las ciencias". Eran otros tiempos, ya solo conservan esta sabiduría global los políticos y los tertulianos
See you later alligator
Esa era la idea que yo quería transmitir, el agua del mar es irreproducible, por su composición y porque sería imposible reproducir la concentración de aguas menores, que es todavía una gran incógnita para el mundo científico.
ResponderEliminar(Mucha suerte con esa dermatitis)
Querido M. Partre,
ResponderEliminarLa clasificación periódica de los elementos, de la que los químicos nos sentimos tan justamente orgullosos, es un ejemplo típico de la labor colectiva de la ciencia. Aunque generalmente se lleva todo el mérito el sabio, y sobre todo trabajador, Mendeleiev, olvidando injustamente a Lothar Meyer, éstos pudieron concretar sus respectivas tablas periódicas basándose en las conclusiones del Kongreso de Kalsruhe de 1863 y en las aportaciones previas de otros muchos científicos como Berzelius, Avogadro, Cannizaro, o Gerhardt que, en su Tratado de Química Orgánica, llevó a cabo una clasificación de los compuestos orgánicos conocidos, basándose en los “tipos” articulados alrededor de las moléculas H2, H2O, NH3 y CH4, por lo que Mendeleiev llama a H, O, N y C, elementos “típicos” (typische). Por eso hay quién dice que la Química Orgánica fue la inspiradora directa de la tabla periódica —como verá, cada cual arrima el ascua a su sardina todo lo que puede.
Me alegro mucho de que Panchi recuerde con cariño al buen profesor que citamos hace unos días cuando hablamos de la entropía. Son las grandes satisfacciones que nos depara nuestra profesión: que los buenos alumnos nos recuerden. A Isabel, le diré que no se preocupe demasiado por no poder reproducir el agua del mar en su bañera; ya queda poco para el verano y seguro que el agua de La Caleta, que tiene una eficacia demostrada en luchas muy serias, acaba también rápidamente con esa dichosa dermatitis.
Au revoir
Agua de mar natural, soluciones hipertónicas, esterilizada, preservando la integridad de los 80 oligoelementos y sales minerales que se encuentran de forma natural en el agua de mar, a saber y a saber cuales: calcio, magnesio, hierro, cobre, manganeso, zinc, oigaalmendra, saladagarrapiñadaalmendra. Produce un efecto osmótico en su aplicación.
ResponderEliminarMe la aplico para las sinusitis de los...
De venta en farmacias y establecimientos autorizados.
Estimado Jacob B., el bueno de Mendeleiev lucía una gran barba, como corresponde a todo buen científico. A mí siempre me ha llamado la atención lo que tardaron en darle su nombre a un elemento químico, el mendelevio, un actínido un poco marginado cuyo único honor es encontrarse muy cerca del californio, del que hace poco se ha publicado una bella e interesante tesis.
ResponderEliminarEn otro blog que se llamara músicaconciencia podríamos hablar de la ley de las octavas de Newlands, uno de los antecedentes de la actual tabla periódica. Uno de los responsables de la apariencia de la tabla periódica es Seaborg, que precisamente fue uno de los descubridores del mendelevio.
El arrimo sardinero que hacemos los que aquí escribimos hace que este blog sea no solo una work in progress, sino también una work in common
Distinguida M.P:
ResponderEliminarSi usted me habla de oigarmendra, garrapiñada almendra, no me queda más remedio que responderle:
Eeeeeelllllll Pape
Oiga el Pape
oiga las patatas
Eeeeel Pape, el auténtico
oiga el Pape
oiga las patatas
(Por cierto, si Isabel tuvo la humildad de corregir su falta de ortografía, debería usted hacer lo propio con ese efecto que se le ha escapado, cuando debe decirse efeto, desde que estamos en la Era Pepiño)
La cantidad total de oro que hay en el agua del mar oscila entre los 6 y los 12 millones de toneladas. Debido a su escasa concentración, para extraer un solo kilo de oro habría que procesar de 130 a 270 mil millones de litros, lo cual costaría mucho más que un kilo de oro. Así que el oro se deja en el océano.
ResponderEliminarSin embargo, todo se reduce a un problema de enriquecimiento.
Isaac Asimov escribió en los años 50 una historia titulada "Pâté de foie gras" (publicada en España dentro del libro de relatos "Estoy en Puertomarte sin Hilda") en la que se inventa una oca que pone huevos de oro (en clara referencia a la fábula de Esopo).
La oca de Asimov utiliza un mecanismo bioquímico en el que participa el ión cloroaurato (AuCl4):
"El ion de cloraurato es segregado por el hígado, incorporándose a la circulación sanguínea. Los ovarios actúan como una trampa para el ion, donde queda reducido a oro metálico y se sedimenta formando una cáscara alrededor del huevo en desarrollo".
¿Pero de dónde procede el oro que la oca concentra para formar las cáscaras de los huevos?.
Aquí la explicación se torna aún más descabellada, ya que la oca lleva a cabo un proceso de transmutación nuclear, que, incomprensiblemente, no acaba con su vida:
"El oxígeno-18, si se convirtiera en Hierro-56, produciría suficiente energía para transformar el hierro-56 en oro-197 . Es como bajar una pendiente de una montaña rusa para después subir la otra"
El relato, tan erudito como divertido, contiene también una reflexión interesante sobre los científicos y su trabajo.
Asimov, como buen bioquímico, tenía una fe ciega en los enzimas, y esperaba de éstas la solución a los problemas planteados por su mecanismo. Pero retomando su idea, ¿por qué no pensar en un mecanismo biológico para la concentración del oro del agua de mar?. ¿Para cuándo una ostra aurífera?.
Sería una excelente idea una ostra aurífera o aurígena, sinanonimus.
ResponderEliminarImpresiona que la oca sobreviva a la tansmutación nuclear, pero también que lo haga a la reducción que también suele ser muy traumática, y más en los ovarios...
A los bioquímicos los enzimas le valen lo mismo para un roto que para un descosido
Por una de esas casualidades (¿o causalidades?) que a veces ocurren, me veo en su blog afectuosamente recordado por un antiguo alumno referido a un juego de manos realizado en clase “creando” una escalera de color. Y lo que más me satisface es que lo relaciona perfectamente con el concepto de entropía
ResponderEliminarPero el Director de mi Departamento (que también me cita) seguro que también recuerda cuando me vió llevar a clase el enorme espejo de los lavabos del propio Departamento en el que obligué a los alumnos a que miraran la figura que se ve reflejada cuando se muestran en un mismo folio la palabras (en mayúsculas): MESA – COCHE – SILLA. Aunque suene petulante, estoy seguro de que al ver esa imagen especular, a ninguno de los presentes se le olvidó el concepto estereoquímico de mesoforma
Bienvenido Lord Kelvin y bien por ese ejemplo de la mesoforma. Como escribía Gerald Durrel sobre Teodoro en 'Mi familia y otros animales' a cuenta de buenos profesores:
ResponderEliminar“Teodoro poseía un pozo de sabiduría aparentemente inextinguible sobre cualquier tema, pero la impartía con tal delicada modestia que, más que la de estar aprendiendo algo nuevo, le daba a uno la impresión de recordar algo ya sabido y olvidado”
Gerald Durrel, Mi familia y otros animales, Alianza tres, pág 147
Me alegra que le haya gustado leer estas líneas que le dedicaron hace ya dos años, casualidades de la vida
Los espejos son un mundo misterioso, como sabe Alicia; yo de pequeño cuando iba al peluquero me maravillaba de lo bien que manejaban la mano izquierda casi todos los peluqueros, hasta que ya mayor descubrí que no era mérito suyo, sino de los espejos.
Un saludo