lunes, 29 de mayo de 2023

TURISTAS DEL IDEAL (IGNACIO VIDAL-FOLCH) Y EL SAMÁN O TAMARINDO

 El árbol en el que está posado aquí lo llaman árbol de la lluvia. Le dan este nombre porque recoge el rocío en las flores, y cuando amanece y las cierra para protegerse del sol, vuelca el agua sobre el que esté debajo…¡Si te quedas dormido te despierta con una buena ducha!…

Tamarindo, samán… y muchos nombres más. Los árboles, como los pájaros y los peces, pueden tener una gran variedad de nombres según la zona. La intervención de Linneo no pudo ser más oportuna para poner un poco de orden.

Si bien el principal uso del samán fue el de dar sombra al ganado y algunas de sus partes son comestibles su mayor prestigio procede de la filigrana hidráulica que ejecuta y que describe el texto y de su forma de copa majestuosa, en ese sentido recuerda al drago.

Valga también la entrada para recomendar la novela, que está bien, pero sobre todo los diarios de este autor, Lo que cuenta es la ilusión, en el que cada entrada del diario está marcada con un número, 19564 por ejemplo, que corresponde que el número de días vividos por el autor hasta el momento. Me costó entenderlo pero me pareció bien

lunes, 15 de mayo de 2023

UN HIJO CUALQUIERA (EDUARDO HALFON) Y LA FÁBULA DEL SAPO HERVIDO

 Nos dijo que si uno introduce un sapo en una cacerola de agua hirviendo, el sapo rápidamente brincará hacia fuera y se salvará. Pero que si uno lo introduce en una cacerola de agua templada y después empieza a aumentar poco a poco la temperatura en la hornilla, el sapo no se dará cuenta de esos ligeros aumentos y morirá hervido dentro de la cacerola (el auditorio entero permaneció mudo ante semejante imagen). Pero el profesor rápido levantó una mano con teatralidad, como diciendo deténganlo todo, y nos explicó que se trababa nada más que de una fábula, que la teoría del sapo hervido, según los científicos, era incorrecta. Ya en el siglo XIX, nos dijo, el fisiólogo alemán Friedrich Goltz, mientras hacía experimentos para buscar la ubicación exacta del alma, demostró que al nomás llegar la temperatura del agua a 25º C un sapo se salía de la cacerola. Y es que el sapo es un anfibio, nos explicó, que autorregula su temperatura corporal cambiando constantemente de sitio. Termorregulación, se llama. Entonces, dijo, si puede, un sapo siempre se saldrá de la cacerola. Algunos estudiantes se rieron. Otros suspiraron. Yo no entendí nada. Y estoy seguro de que ninguno de los presentes tampoco entendió nada de la anécdota del viejo profesor, quien ya nos había dado la espalda y estaba escribiendo en el pizarrón la fórmula de la primera ley de termodinámica (∆u = q − w), la cual expresa que la energía total del universo no se crea ni se destruye sino que se mantiene constante, al lado de su mal dibujo en tiza blanca de un sapito sonriendo

Desde mi punto de vista esta fábula funcionaría bastante bien como imagen de los riesgos del cambio climático. El incremento de la temperatura del planeta es tan gradual en la escala de una vida humana que no lo notamos apenas. Nosotros seríamos el sapo al que van calentando poco a poco. Después, el viejo profesor escribe una fórmula y pierde la atención de su alumnado, como bien saben profesores y divulgadores. En los libros de divulgación científica existe la premisa de evitar las fórmulas a toda costa y funcionar con metáforas y fábulas como la del texto. Se dice incluso que algunos editores tienen cuantificado (¡mediante una fórmula!) el número de lectores que se pierden según la cantidad de fórmulas y números que aparezcan en una página.

Por otro lado, los batracios han sido tradicionalmente un gremio bastante puteado por la ciencia, como sabemos por Galvani o por Buñuel

lunes, 1 de mayo de 2023

MIS RINCONES OSCUROS (JAMES ELLROY) Y LA ÓPTICA GEÓMETRICA

 Era mediodía y el sol caía en un ángulo de noventa grados

Hoy nos pondremos tiquismiquis, algo que los profesores no podemos evitar por mucho que lo intentemos. Ya decía Juan de Mairena que era imposible evitar para los profesores ponerse pedantes de vez en cuando, aunque creo que se refería  al origen etimológico de la palabra pedante.

En Óptica Geométrica el ángulo de incidencia se mide siempre en relación a la normal, a la línea vertical perpendicular a la superficie sobre la que se incide. Según este criterio el sol cae con un ángulo de cero grados al mediodía. Hasta aquí la puntualización redicha, hablemos ahora del libro, que no es que esté mal pero aporta demasiada información detallada sobre la investigación del asesinato de la madre del autor.

No es que le faltaran motivos al autor, pero narra también una época de su vida que estuvo alcoholizado y drogado. Son gente los americanos que beben a lo bestia, a lo mejor es coincidencia de los libros que he leído, pero le pegan muy fuerte, de ahí el éxito de Alcohólicos Anónimos. Lucía Berlín, David Foster Wallace…tendrían tanto que aprender de los escritores europeos o mediterráneos, que también beben, claro que sí, pero de una manera más razonable.