lunes, 19 de diciembre de 2016

MI VIDA AL AIRE LIBRE (MIGUEL DELIBES), LA GALLINA CIEGA (MAX AUB) Y EL CARÁCTER CIENTÍFICO DEL FÚTBOL

Es claro que si yo hubiese puesto la mitad del interés que puse en el fútbol en la química o las matemáticas, otro gallo me hubiera cantado, pero no fue así. A mí lo que exaltaba era el fútbol y ávido de darle una categoría científica, inventé la primera teoría, que formulé con terminología de ley en 1932: el equipo que después de perder en casa visita a otro que viene de ganar fuera, si no se alza con el triunfo sumará al menos uno de los dos puntos en litigio. Consideraba esta ley fruto de la observación, como todas la grandes leyes científicas que rigen la vida y el universo, y me jactaba de ella. El fútbol era una cosa muy seria puesto que admitía su vertebración en leyes. Y como esta formulación encerraba buenas parte de verdad, en el colegio me dio nombradía y, diez años más tarde, el cronista deportivo de El Norte de Castilla, al hacer los pronósticos del sábado mencionaba la ley Delibes como un físico menconaría a Newton al hablar de la gravitación universal.(Mi vida al aire libre, Miguel Delibes)

- Te apasionaba la política.
- Bien aplicado el pasado. Ahora prefiero el fútbol. Me parece más lógico matarse por un gol de más o menos metido, según las reglas establecidas, por nosotros al Zaragoza. En cambio, las teorías políticas carecen de fundamento, igual que la física, las matemáticas o la medicina. Soy del Sevilla. (La gallina ciega, Max Aub)


Cualquier intento de introducir algún tipo de orden científico en el fútbol responde en realidad a la más pura superstición. Yo veo los partidos del Sevilla con varios rituales que creo que ayudan a mi equipo a ganar, Si el Sevilla ataca de izquierda a derecha yo cruzo la pierna izquierda sobre la derecha. Si el resultado es digno estoy con los brazos cruzados, y si hay que remontar entrelazo mis manos en la nuca. Cuando fumaba tenía que encender el cigarro cuando el Sevilla tenía el balón, lo que me obligaba a encenderlo rápidamente, pues en aquella época nos duraba muy poco la posesión del balón.
Si no veo el partido y me quiero informar de cómo va, el orden de más a menos gafe fuente de información es el siguiente: teletexto, Twitter, radio y Facebook
Si esto hago yo, que soy profesor de Física y Química y tengo cuarenta años, ¿qué no hará otra gente?
Otro campo donde se intenta crear modelos que anticipen los resultados es en las inversiones en Bolsa, como se reflejaba en la película Pi, fe en el caos

lunes, 5 de diciembre de 2016

MI PRIMO, MI GASTROENTERÓLOGO (MARK LEYNER) Y LA SOPA PRIMITIVA

Le pregunté a la camarera por la soup du jour y ella me dijo que se trataba de la sopa primordial, es decir, amoníaco y metano mezclados con agua oceánica y preparada en presencia de relámpagos. Vaya, tomaré una sopera de ese caldo embrionario, digo, la reserva dando paso a la euforia.


La sopa primitiva o caldo primordial es probablemente la hipótesis que mejor describe cómo se inció la vida en nuestro planeta, La teoría fue propuesta por el ruso Oparin en 1920 y reproducida experimentalmente unos treinta años más tarde por Staney Miller. Efectivamente el texto aproxima bastante bien la composición de este caldo primario y abiótico: amoniaco, metano, habría que añadir gases de hidrógeno y agua como en cualquier sopa que se precie. Staney Miller agitó esta sopa como si fuera una coctelera, la calentó y al sometió a radiación UV de tal manera que consiguió obtener aminoácidos, que se consideran los precursores de la vida.
Al equipo de redacción de este blog le ha parecido apropiado publicar esta entrada en esta época del año tan propicia a las sopitas calentitas