lunes, 11 de marzo de 2019

FANTASMAS (CHIMAMANDA NGOZI ADICHE) Y EL DESPRECIO QUE SUFREN LAS CIENCIAS SOCIALES

Daba clases de sociología, y aunque muchos de los que nos dedicábamos a las ciencias de verdad considerábamos a los de ciencias sociales como recipientes vacíos que tenían demasiado tiempo libre y escribían montones de libros ilegibles, a Ikenna lo veíamos de otro modo. Le perdonábamos su estilo autoritario, no tirábamos a la basura sus panfletos y admirábamos bastante le erudita acritud con que exponía los temas; su audacia nos convencía.




Ocurre a veces que los hombres de ciencia se sienten ofendidos por las ciencias sociales de un modo muy intenso. Esta intensidad casi nunca la provocan las letras puras, o por lo menos es un desprecio de otro estilo Creo que lo que se le echa en caras a las ciencias sociales en su intento de revestirse de autoridad científica con elementos propios de las ciencias: estadísticas, gráficas...Todo esto está muy bien explicado en La razón estrangulada, de Carlos Elías

4 comentarios:

  1. ¿Donde están los secretos del carisma profesoral? En mis tiempos de estudiante una buena voz y una dicción cuidada con pausas estratégicas partía la pana.
    En una reciente entrevista en televisión, en Los Imprescindibles , Savater afirma que el nombre de Maestro, entre los que tuvo, solo se lo reconoce a Agustín Garcia Calvo. No lo dice él pero lo digo yo, aparte de sus muchísimas virtudes pedagógicas y sus extensos conocimientos, tenía una dicción zamorana tinajuda que hacía enmudecer hasta la canalla última fila.
    Los modernos artilugios de powerpoints y punteros han desvalorizado la voz y su poder. Lo que es dicho no tiene fuerza de convicción porque el alumno enajenado sigue al puntero. ¿Tendría puntero Ikenna ?
    De la otra arma secreta del carisma del profesor, la sabiduría y el pundonor, no hablo pues deben suponérsele, de la misma manera que a los soldados se les supone el valor

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  2. Dear woman
    ¡Ay, la carisma! Una voz de ultratinaja ayuda, pero el empaque y la prestancia también. Todo en un equilibrio muy tenue, pues basta un detallito, un tropezón, una bragueta abierta, un moco...y el pretigio se va al carajo, con perdón
    Como los artistas al público, los profesores respetamos al respetable y nos investimos al cruzar el umbral del aula. También como los artistas, muchos necesitan un chute de sustancia para frontar el trance
    See you later alligator

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  3. Qué bien decís ambos. Justo me apuntaba ahora mi hija Marina (3º de la ESO) que había descubierto en estos días la gran responsabilidad que porta un profesor al depositar sobre los jóvenes aquello que él sabe y con qué talante entrega este saber,y es que el entusiasmo tal vez no pueda ir unido más que a la vocación. términos todos anticuados, la verdad. Yo estoy seguro que que muchos profesores sin embargo han heredado ufanos y conscientes las mejores artes y que así seguirá siendo, ya sean lectores de Homero, de Plank o de Brysson.

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  4. Estimado Pedro
    Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, como saben los seguidores de Spiderman. Su hija es muy madura por haberse percatado de ello. Los profesores, tanto los buenos como los malos, cumplen su función de apuntalar las vocaciones.
    Saludos cordiales

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