lunes, 15 de abril de 2024

NADA ES VERDAD (VERONICA RAIMO) Y EL PELIGRO DEL CONOCIMIENTO

 Si mi madre era hiperaprensiva, mi padre tenía una forma más sutil de paranoia. Sus estudios de química le llevaban a considerar el mundo como un receptáculo de agentes nocivos de los que había que protegerse constantemente. Es decir, teníamos que limitar al máximo las salidas de casa y asfixiarnos entre cuatro paredes, que en nuestro caso eran cien

Decía Sócrates que Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia y no vamos nosotros a contradecirlo, solo una breve defensa de cierto grado de ignorancia. Para determinados espíritus saber más cosas no supone ninguna experiencia liberadora, todo lo contrario muchas veces. Los estudios de Medicina hacen aparecer hipocondríacos, en clase de Parasitología en Farmacia anda todo el mundo rascándose todas las partes del cuerpo… y en algunos químicos sucede esto del padre de Veronica, pioneros del mundo pandémico en cuanto a protección paranoica.

Ha querido la casualidad que yo haya estado estos días liado con este libro y con Tiempo de silencio, ambos citados en este artículo de José María Matás, con el que estoy de acuerdo en el fondo, a la vez que confieso que me ha gustado bastante este simpático libro

2 comentarios:

  1. Ya se dice en la Biblia que somos vasijas de barro a todo expuestas y así temían los padres de la muchacha. No conocer la existencia de gérmenes y genes da mucha tranquilidad pero la ciencia no deja en paz y descubre sin parar los ataques a la vasija .
    Hoy he leido un artículo estupendo de Sánchez Ron en Abc que cita las palabras que Dante da a Ulises en la Divina Comedia
    "Considerad vuestra ascendencia:
    para vida animal no habéis nacido
    sino para adquirir virtud y ciencia"

    La literatura y la ciencia siempre en coincidencia

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  2. Dear Woman
    A ver si algún día consigo sacar la Biblia en este blog. Yo leo a Sánchez Ron todas las semanas en El Cultural, en una sección muy intreresante titulada Entre dos aguas. Las palabras de Dante las he leído a ritmo de seguiriya, ojalá algún flamenco se arrancara a cantarla
    Vengaaaaaaaaaaaa

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