lunes, 14 de agosto de 2017

MI ÁNTONIA (WILLA CATHER) Y EL BUEN ROLLO TELÚRICO

Allí, en el fondo de la hondonada, el viento no soplaba con demasiada fuerza, pero le oía murmurar su melodía en lo alto y veía agitarse la alta hierba. Notaba caliente la tierra bajo mi cuerpo, y al dejarla caer, escurriéndose entre mis dedos. Aparecieron unos extraños bichos rojos desfilando lentamente en escuadrones en torno a mí. Tenían el dorso de un reluciente color bermellón con puntos negros. Me quedé tan quieto como me fue posible. No ocurrió nada. No esperaba que ocurriera nada. Yo era algo que yacía bajo el sol y lo sentía, igual que las calabazas, y no quería ser nada más. Era totalmente feliz. Tal vez nos sentimos así cuando morimos y nos convertimos en parte de un todo, sea el sol o el aire, la bondad o la sabiduría. En cualquier caso, eso es la felicidad: diluirse dentro de algo completo y grandioso. Cuando le sucede a uno, es un proceso tan natural como el sueño




La comunión con la Naturaleza es otro gran tema poético, igual que la admiración de la grandeza y/o infinitud del universo. Claudio Rodríguez era un poeta que iba en esta línea, es admirable cómo el ser humano puede alegrarse mediante la contemplación. De Claudio Rodríguez (y de su familia)  cuenta unas cosas tan increíbles Ignacio Carrión en sus diarios que me da vergüenza ponerlas aquí.
Uno, sin ser del todo insensible a la naturaleza, la considera más bien como atrezzo a los momentos de felicidad contemplativa, en los que debe haber otras cosas a contemplar: un hijo concentrado dibujando, por ejemplo,

2 comentarios:

  1. Marco Antonio se casó con Octavia, hermana de Augusto y tuvieron dos Antonias, la Mayor y la Menor. Fueron mujeres cultas y de mucha parentela histórica En las familias, gentes romanae, con lo de Mayor o Menor se aviaban con el mismo nombre. Traigo esta historia a relucir por el gozo que me produce el nombre de esta novela.Mi Antonia es la chiquilla de familia centroeuropea que forma parte de los primeros pioneros que van a parar al medio oeste americano llevando junto con otras cosas sus nombres latinos, en este caso sin desfigurar con la h que los americanos pusieron a Anthony.
    En la película Matar a un ruiseñor, la criada de Anticus se llamaba Calpurnia, como la mujer de César
    Hay bustos romanos de Antonia la Mayor y Antonia la Menor, portadoras de la sangre de Marco Antonio y de César. Y esta Mi Antonia es un monumento literario al nombre tan latino que rescato en mi pobre conceto y lo alejo del actual uso cómico. Y como decía Silvio en Rezaré : Viva Roma

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho, no el tema, sino cómo describe el autor lo que siente, muy interesante. Enhorabuena por tu elección.
    mucho. Faltaría más. Se la teme y se la desea. Hablo de uno mismo, naturalmente. Hoy día se la quiere ignorar o hacerla desaparecer. Prueba de ello es el cambio tan grande que ha ocurrido con todo lo que la rodea. Tú no lo habrás conocido, un entierro de los de antes. De pequeños nos asomábamos al balcón o al cierro para ver los entierros que pasaban por mi calle en su camino hacia el cementerio. Era un verdadero espectáculo que imagino la gente pobre no podía permitirse: llevar caballos con penachos negros que tiraban de...no recuerdo dónde colocaban el ataúd, los curas cantando, el cortejo (aunque éste era lo que menos nos interesaba, al menos no los recuerdo)
    Pero hablando seriamente de la muerte, en mi opinión nacer es muy importante, es más, cuando pensamos ¿Y si no hubiera yo nacido...? Es algo que no nos cabe en la cabeza, que no tiene respuesta. Digo yo que por esa razón nos aferraremos a la vida. Aunque no todos.
    De la muerte, siendo algo que no conocemos adónde nos llevará, se huye. Y generalmente se desea una vida larga. Creo que hoy día es posible alargarla más de lo que hemos conocido hasta ahora. No me apuntaría a seguir viviendo mucho tiempo, aunque estuviera en buen estado físico y psíquico. Por poco escribo "y químico", ya había puesto la "q" y la he aprovechado, que no se desperdicie nada.
    Una cosa y acabo. ¿Qué piensas de lo que se cuenta sobre personas que han estado a punto de morir y luego hablan de un túnel con una luz al fondo y parece que tiran o más bien atraen al moribundo? No sé si conoces un libro titulado "La rueda de la vida", de Elisabeth Kübler-Ross. Puede que no llegue a gustarte, pero es interesante aunque hacia el final me decepcionó.
    Pues hasta la próxima, a ver si me porto bien.
    Ha sido un placer charlar contigo
    Evanesc

    ResponderEliminar