...leía
cada papel que le llegaba, e incluso se agachaba por la calle a coger
un fragmento embarrado de periódico y leerlo en busca de un mensaje:
“Por
consiguiente- leyó-, ya se sabía en 1935 que el mundo natural
estaba gobernado por cuatro clases de fuerzas. De menor a mayor
magnitud son: la gravitatoria, la débil, la electromagnética y la
fuerte”.
A medida que leía, se encontró con que prefería las fuerzas
débiles; se identificaba con ellas. La gravitatoria, aunque
insignificante a nivel microscópico, “empieza
a predominar con objetos en un orden de magnitud de cien kilómetros,
como asteroides de gran tamaño; mantiene unidos la luna, la tierra,
el sistema solar, las estrellas, cúmulos estelares dentro de las
galaxias y las galaxias mismas”.
Para Richard era como si el equipo que pierde desde el principio un
partido lograra el triunfo en el último macroscópico cuarto;
vitoreó en silencio
Poco
que añadir, ya que el propio John Updike comenta el texto original,
que el libro aclara que procede de “Las fuerzas de la naturaleza”,
conferencia de Steven Weinberg. El sueño de los físicos es reducir
estas fuerzas a una sola, ese es el objetivo de la teoría de la gran
unificación(TGU), a la manera en que ya se hizo con la electricidad
y el magnetismo con el electromagnetismo. Cuando yo estudiaba creo
que estaba casi lista la interacción electrodébil, unión de la
nulear débil y el electromagnetismo, así que no sé cómo irá la
cosa ahora.
¿Cómo
no simpatizar e identificarse con la interacción gravitatoria de
estas cuatro siendo la única familiar para nosotros?
A fuer de sincera y entre nosotros, poco puedo decir de las cuatro fuerzas y de ese sueño unitario de los físicos; lo malo es que la unión hace la fuerza y sería una quinta a buscarle sitio.
ResponderEliminarEn mi infancia la letra escrita se respetaba nucho ,más cuando no en todas las casas la había; de ahí que me identifique con recoger papeles del suelo, envoltorios de caramelos con leyenda,u hojas de periódico atrasado que envolvían las sardinas de la cuba.También eran muy apreciadas las hojicas del calendario zaragozano, que además del santoral traían anécdotas y datos curiosos, humilde Wikipedia.
En todo ello había un gran respeto a la ortografía y a la sintaxis y como desde los cinco años nos adentrábamos en el arte de leer buscábamos hasta por los suelos el arte de lo escrito
Dear Woman
ResponderEliminarNo he podido contestar antes porque ando atareado con papeles (yo que zé qué papele) y en parte también porque no encuentro nada que decir a la paradoja que ha planteado de la unión hace la fuerza y por tanto no pueden unificarse todas las fuerzas, me he quedado pillado
Vengaaaaaaaaa