lunes, 26 de diciembre de 2022

MI ÚLTIMO SUSPIRO (LUIS BUÑUEL) Y LOS CORTES DE MANGAS A LA CIENCIA

 Siento horror a la vivisección. Siendo estudiante, tuve un día que crucificar a una rana y disecarla viva con una navaja de afeitar para observar el funcionamiento de su corazón. Es una experiencia- por cierto, completamente inútil- que me ha marcado de por vida y que aún hoy me cuesta perdonarme. Apruebo calurosamente a uno de mis sobrinos, gran neurólogo americano en camino de obtener el premio Nobel, que ha suspendido sus investigaciones por causa de la vivisección. En ciertos casos, hay que hacerle un corte de mangas a la ciencia.

Un clásico la vivisección de la rana. Aparece en la película ET y en muchas series americanas, lo que me hace pensar que es una práctica obligatoria en el sistema educativo norteamericano. También era obligatoria en los institutos de EEUU la lectura de El guardián entre el centeno, aunque creo que se va retirando por protestas de sectores ultraconservadores. Igual la protesta de sectores animalistas consigue eliminar esta práctica de las aulas también. En España tenemos una legislación bastante concreta y exigente con todo lo referido al uso de animales en investigación científica.

Justo terminaba de escribir estas líneas cuando empecé a escuchar en el podcast científico tan recomendable de A hombros de gigantes una entrevista a Lluis Montolui sobre este asunto. Allí descubrí que los animales utilizados en ciencia han aumentado una barbaridad porque ahora se computan las larvas de acuicultura y que efectivamente el uso escolar del que se queja Buñuel es casi inexistente ya. De hecho los propios científicos deben justificar de manera meticulosa la necesidad de utilizar animales vivos y la imposibilidad de utilizar métodos alternativo

lunes, 12 de diciembre de 2022

EL TRIGO QUE CAE (XENIA GARCÍA) Y EL MOVIMIENTO ARMÓNICO SIMPLE

 Ahora se trata exclusivamente de empujar el columpio, de conseguir la mayor amplitud en esa ida y venida, de ponerle energía para que no cese su movimiento

El columpio es un buen ejemplo de movimiento armónico simple (el otro ejemplo típico sería un péndulo), uno de cuyos parámetros es, como indica el texto, la amplitud o elongación máxima. La energía depende del cuadrado de la amplitud. La energía que hay que ponerle al columpio es para compensar el fenómeno de la atenuación, tan importante cuando el m.a.s avanza en el espacio y genera una onda.

Como este primer párrafo ha quedado muy técnico, muy seriote, vamos a intentar compensar comentando que el columpio también ha dado lugar a un palo flamenco propio: las bamberas o cantes de columpio, que surgen al aflamencar las canciones populares de columpio. Creo que fue la niña de los Peines la creadora, pero no hay cantaor que no lo haya incluido en su repertorio