lunes, 30 de septiembre de 2013

LA SIRENA NEGRA (EMILIA PARDO BAZÁN) Y LAS LIMITACIONES DE LA NEUROLOGÍA

¡La ciencia! No soy su idólatra. De lo íntimo, la ciencia nada conoce; nada científico se conoce a sí propio…; es decir, si es sincero, trata de conocerse; como yo y tú, semejante mío. En el cerrado santuario de cada alma, la ciencia no puede penetrar. Allí donde los hechos pierden su escueta significación; allí donde las palabras no son capaces de expresar nada; allí donde todo se guarda y cela como incomunicable tesoro, allí, ¿qué papel representa el propio don Santiago y Cajal, señor de todo mi respeto, con sus neuronas?
¿Para qué afanarse tanto don Santiago? ¿Para qué tanta pasión puesta en el miscroscópio? Tantas horas y horas y tantos dibujos bonitos de neuronas. Por lo menos tiene usted el respeto de doña Emilia, señora de importante tupé y gran envergadura.

13 comentarios:

  1. No tuvo un buen día doña Emilia. ¿Qué querría ella que hiciera Don Santiago en esos lugres a los que ella lo desafía? Por otra parte, si es la psicología a lo que alude, en su tiempo ya había en Alemanía uno de los primeros intentos de 'psicología científica,' introspectiva todavía pero que quería ya ser como la ciencia natural.. A mi me parece que Doña Emilia confunde y mezcla lo que no debe ser confundido ni mezclado.
    Me gusta más de ella aquello de cuando fue a ver torear al Guerra (al de Córdoba) y comentó que, tras brindarle el toro, tuvo el torero la gentileza (aun sin saber de neuronas) de no mancharse el blanco traje con ni una sola gota de sangre del animal, pues a ella tal cosa le desagradaba.Pudo apreciar, pues, que el torero y ella sabían de otras cosas ni incompatibles con la ciencia de Cajal ni de la misma naturaleza.
    Atentos saludos

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  2. Pues creo que tiene razón, Basin. ¿Qué espera doña Emilia del pobre don Santiago? ¿por qué lo mete en este berenjenal.
    Su sensibilidad, al igual que a Curro, le hacía odiar la sangre de toro.
    Saludos

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  3. De Autore
    Como no conozco la novela no sé si tales teorías son las propias de la autora, o de algún personaje con las que ella no comulgara. lo más probable es que doña Emilia hablara por su boca aunque prestada.
    Sin pretensiones científicas a todos nos complace creer que un rinconcito de nuestro interior, como la aldea de Asterix, es inalcanzable a los tac y y a los laser y al polígrafo de los sálvame,.

    De Punset figliaque
    Dicha familia en cambio es capaz de entender nuestro interior, como si de pan de molde se tratara, ,prever nuestras reacciones y manejar , gestionar dicen ahora, nuestras emociones . Pienso que doña Emilia no habría tenido necesidad de los libros de autoayuda de esta familia pues parece que era una señora animosa y nada ñoña que se gestionaba lo mejor que podía para como era el siglo.

    De corde
    Fui testigo, tiempo ha, de la respuesta de una novia al solícito novio que la iba a recoger
    "No estoy ni para salir ni para quedarme"

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  4. Comparto su opinión sobre la animosidad de Doña Emilia. Ha mentado usted a los Punset (por cierto que hay un grupo de música que se llama los punsetes), que son los archienemigos de los divulgadores científicos.
    Esa novio que escuchó usted buscaba pelea sin duda, y algo habría hecho el maromo para ponerla de mal humor, lo cual creo recordar era el tema del sainete 'el cuartito de hora', de los hermanos Quintero.
    Saludos

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  5. La actitud y el lenguaje de esa vehemente novia se asemeja a la de aquel retórico antiguo que afirmaba a su interlocutor que dijera lo que dijera iba a ser refutado.
    Echo en falta una adivinanza a la que me iba aficionando.
    La revedere

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  6. ese que llega, bienvenido.
    Las adivinanzas están siendo últimamente muy difíciles.
    Saludos

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  7. Adivinanza de vez en cuando
    ( nada, no ha habido ganador esta vez, así que digo que es una pena que no se conozca La hora venticinco de Virgil Gheorghiu.)
    1.-
    esta vez creo que es más fácil, más jacarandosa, más con los nuevos tiempo, más de mujeres, más marchosa, más liberada pero no necesariamente más grande. La persona que escribe pretende ser todo ello y más.
    2.-
    El título de la novela hace referencia al paso del tiempo y a las cosas que le pasan a una criatura predestinada por el nombre a que le pasaran esas cosas.
    3.-
    la madre o padre de la novela interviene en el mundo de los media muy suelta de manos pero no es esta vez Rosa Quintana y no sé si tiene cuñado

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  8. ¡Pero bueno Doña Emilia! ¡Semejante despropósito a la Neurociencia!. Las mariposas del alma, así llamaba Cajal a las neuronas. Con los últimos avances que se están produciendo en este campo siento decir que pocas aldeas galas nos van a quedar en el cerebro. Hoy incluso he visto en Redes como le ponían a Punset un estimulador magnético en la cabeza y le inducían el movimiento de una de sus manos. Ya mismo podrán programar nuestro cerebros magnéticamente y modificar el comportamiento de las neuronas a su antojo.

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  9. No se fíe usted de Punset, Panchi, que igual lo hacía dejándose querer por el pan bimbo. Hace años, un neurólogo manejaba un toro a su antojo con unos electrodos implantados en el cerebro.Esperemos que siempre quede alguna aldea gala en lo más íntimo que lo íntimo.
    Yo ya sé de qué libro se trata en la adivinanza. Su autor es autora y tiene un nombre muy madrileño.
    La revedere

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  10. Malena es un nombre de tango de Almudena Grandes

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  11. Hombre Pancji, qué alegría verla por aquí!
    En el próximo experimento, estimularán el cerebro de Punset para conseguir que unte mantequilla julipán en un pan bimbo.
    Y saludos para Dixon Steele también

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  12. Me ha gustado mucho leer ese texto. Cajal defendió con uñas y dientes a la Pardo Bazán frente a los prejuicios y los cotilleos. Cuento un poco aquí http://jralonso.es/2015/03/09/cajal-academico/
    Un fuerte abrazo

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    1. Qué curioso José Ramón, ambos personajes me resultan interesante en su estilo. También me impactaron mucho las cartas de la Pardo Bazán a Benito Pérez Galdós.
      Me alegra verte por aquí, un saludo

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