lunes, 17 de marzo de 2014

FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO (MARY W. SHELLEY) Y EL CAMBIO DE OBJETIVOS DE LA CIENCIA EN EL SIGLO XIX

Los antiguos maestros de esta ciencia- dijo- prometían cosas imposibles, y no llevaban nada a cabo. Los científicos modernos prometen muy poco; saben que los metales no se pueden transmutar, y que el elixir de la vida es una ilusión. Pero estos filósofos, cuyas manos parecen hechas tan sólo para escrutar con el microscopio o el crisol, han conseguido milagros. Conocen hasta las más recónditas intimidades de la naturaleza y demuestran cómo funciona en sus escondrijos. Saben del firmamento, de cómo circula la sangre y de la naturaleza del aire que respiramos. Poseen nuevos y casi ilimitados poderes; pueden dominar el trueno, imitar terremotos e incluso parodiar el mundo invisible con su propia sombra.

La historia de la escritura de este libro es conocida y más o menos me la invento al recordarla así: Mary Shelley y su marido fueron a visitar a Lord Byron. Como hacía muy mal tiempo y tenían que quedarse en casa decidieron escribir cada uno una historia de terror. Al día siguiente el tiempo se arregló y los hombres salieron a cazar y a pasear; la mujer, menos partidaria del cambio de planes, se quedo y escribió Frankenstein o El moderno prometeo. Esta mayor constancia de las mujeres respecto de los hombres es la que hace que ya no existan jueces menores de 45 años prácticamente y en general dominen las mujeres en todas las oposiciones. El hombre que triunfa en las oposiciones es visto como un sospechoso, como esos  hombres que bailan bien y en serio, de los que nadie se fía.
El libro se publicó en 1818, una época sólo superada por los primeros veinte años del siglo XX en cuanto a trepidante e interesante cambio de paradigma en el mundo científico.
La moraleja del texto es: para triunfar no basta con ser ambicioso, hay que tener objetivo concretos y chiquititos.

10 comentarios:

  1. ¿Hay hombres que triunfan en las oposiciones? O_o

    Muy curiosa la historia de como surgió Frankenstein, no la conocía. Si pasara hoy en día posiblemente la señora (sin ánimo de ofender) hubiera puesto la tele un momentito para observar momentaneamente el rito de apareamiento de otro tipo de humanoides y quizás se le hubiese ido el santo al cielo... desventajas de la vida moderna

    ResponderEliminar
  2. ¡Cuántas cosas aprendemos en este blog! Por ejemplo, el cuidado que hay que llevar con los días de lluvia, o, mejor, lo bien que hay que programar el tiempo libre, pues, sin programa para los días de lluvia o agenda para el tiempo libre, vienen, como decía Azorín, los trastornos y el desequilibrio, los monstruos de la razón, a los que él tanto temía.
    Por otra parte, el nombre del anterior bloggero me recuerda a un futbolista de hace unos años pero no recuerdo cual ni de qué equipo.
    Atentos saludos

    ResponderEliminar
  3. Hombre Rinati con Bacalati, qué alegría verle por aquí.
    Hablando de estudiar y de inconvenientes de la vida moderna, yo me alegro mucho de haberme sacado la carrera antes de tener móvil, twitter, whatassap y el mamoneo de los blogs, porque creo que no hubiera podido.
    Mi máximo reconociento a esos chavales que hoy en día son capaces de estudiar con un móvil a su vera. A mí me bastaba con preguntarle a mi madre si me había llamado alguien cuando llegaba de la biblioteca..
    Nos vemos

    ResponderEliminar
  4. Estimado Basin, Azorín era un intrépido que hubiera salido a cazar aunque hubiera hecho mal tiempo y hubiera ganado a Lord Byron nadando por el gran canal de Venecia. El jurgolista será, digo yo, el tártaro Rinat Dassaev, que tan buenas cantadas le he visto yo en el Sánchez Pizjuán.
    Atentos saludos

    ResponderEliminar
  5. De capillo reconstruto

    Se dice o se conoce que el asunto de la pérdida de pelo en los actuales varones es motivo de muchísma investigación a fin de remediarlo. La calvicie tuvo su predicamento ora por atribuírsele virilidad ora talento pero hoy cuando el varon ve demediado su pelo, muy frecuentemente su teñido pelo,recurre a videntes , pociones o injertos como el que le harían a Frankistein con el que se taparía los recosidos, asi como dicen que se los tapan los políticos que todos conocemos.

    De mulieribus studiosis

    En realidad la mi Mary vio los cielos abiertos cuando las nubes desaparecieron :Marchad, pelmazos, dejadme tranquila (leave me alone, así mismamente she said)un ratico que pueda dedicarme a lo mío, que llevo años haciéndole al te de las cinco a don Shelley, que don Byron y él se den la castaña el uno al otro, que yo estoy harta de coles y además voy a escribir una historia de susto que se van a enterar, tanto lirismo y tanta puñeta.

    ResponderEliminar
  6. Elon Musk es el gran científico actual , un artista genial como lo es M.S. , Hacia tiempo no pasaba por aquí , me han gustado los post

    ResponderEliminar
  7. Me ha gustado su comentario a woman. El ejemplo de injerto más parecido a Frankenstein sería el de Elton John, en humanos en vez de las costuras se dice que se te el cartón. Hay que volver a intentar dar prestigio a la calvicie, pues yo creo que si llegas a viejo sin haber perdido un poco de pelo, corres el riego de parecer una señora o un cantaor.
    Y cómo necesitábamos un woman touch en la interpretación de la anécdota que originó Frankenstein. La institución del matrimonio se ha visto reforzada por dos hechos de los que aún no se han¡ estudiado su importancia. Uno es el de las mujeres que han cogido el punto al gazpacho, esto ha apuntalado en España miles y miles de matrimonios, en los que el hombre ve compensados otros sinsabores.
    Y el otro es una afición coñazo e inofensiva del hombre (pádel, bicicleta...) que cumple la doble función de quitarse de en medio y dejar a la parienta en paz. Esta a su vez, en justa reciprocidad puede quedar a desayunar (y echarse un cigarrito) con sus amigas, y así el ciclo se retroalimenta una y otra vez,
    See you later alligator

    ResponderEliminar
  8. Pues sea rebienvenido, Silvio, y tomo nota de ese científico, del que ignoraba su existencia.
    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Adivinanza retrotraída.
    Como nadie adivina la mi adivinanza, añado alguna repista
    1.-
    Completo la cantarulla ,un poco ñosa y del clarlestón
    Al Uruguay, guay, yo no voy ..voy, porque temo naufragar. Esto respective a la nacionalidad.
    2.- Tiene un nombre muy español y un apellido muy acogedor.
    3.-
    El nombre del obra, ya saben, su adjetivo piccolo y el sustantivo infamante.

    ResponderEliminar
  10. Now it´s clear.
    I think it´s "pequeñas infamias" by Carmen Posadas.

    ResponderEliminar