lunes, 6 de julio de 2015

EL JOVEN VENDEDOR Y EL ESTILO DE VIDA FLUIDO (FERNANDO SAN BASILIO) Y EL CÁLCULO DE PORCENTAJES

-          ¿Cómo un diez por ciento?- El hombre dejó las bolsas de Alcampo en el suelo-: ¿un diez por ciento sobre el precio de cada producto o un diez por ciento del total?
-      Mmm.



      No es uno de los objetivos principales del blog aclarar dudas concretas, pero si se tercia una pues se resuelve. El dependiente se lo piensa, pero es lo mismo, el % del total o de cada uno de los productos. Cuando se lo comenté a mi señora, que es matemática, me dijo que no era lo mismo, que estaba equivocado. Luego lo pensó mejor y reconoció que daba igual el porcentaje del total o las suma de los porcentajes parciales. Quizá en un primer impulso prevaleció la proverbial negación hacia el marido de la mujer española y posteriormente se impuso la verdad y la ciencia.
La curiosa novela que nos ocupa presume de desarrollarse íntegramente en un centro comercial de Madrid, La Vaguada, a la  manera en que alguna película presume de ser rodada en un único plano secuencia o alguna otra filigrana formal.

8 comentarios:

  1. Un caso como el presente se presta, querido Partre, a una gran variedad de interpretaciones, Porque si bien es verdad que suelen triunfar (no siempre) la verdad y la ciencia (pues es la verdad el último fin del universo, escribió en Angélico), que por otra parte son cosas que no tienen por qué ir unidas, no es menos cierto que chocan a veces la intuición y la ley. Su señora no quiso llevarle la contra, quiso exponer este conflicto presente de muchas maneras en nuestra vida. ¿Hay que tapar las maletas del maletero cuando llueve o, como pensaba aquel taxista amigo, cuando el coche va deprisa las maletas no se mojan aunque llueva. Dígame si usted resuelve este conflicto a favor de la intuición o a favor del principio. Y así de lo demás.
    Atentos saludos

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  2. Estimado Basin
    Intuición y ley, qué interesante enfrentamiento! Me gusta que la sección de comentarios del blog sirva para preguntar dudas científicas como la que plantea.
    He estudiado el caso, me he hecho un esquemita en un papel en el que he dibujado el coche con las maletas sin tapar (caso A) y tapadas (caso B). He dibujado también la lluvia cayendo de arriba a abajo, como cae en casi todos los sitios menos en Cadiz, donde llueve de lado. Las ecuaciones dan el siguiente resultado:
    Si las maletas van dentro del maletero es indiferente taparlas o no con una manta a cualquier velocidad
    Caso distinto es si las maletas van en la vaca del coche, ahí sí que puede influir la velocidad, pero es un caso mucho más complejo.
    Saludos cordiales

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  3. Pagar y sobre todo recibir el cambio en la dubitante mano es un proceso que acusa mucho la flojera de mente, y más para los que no hemos digerido todavía co´mo sonaban 25 pesetas o cinco duros frente a 0'20 euros. Cuando no coincide el proceso de vuelta entre las dos partes, al final uno cierra la mano con el cambio sin fuerzas para hacer números, confiando como los extranjeros en el otro. Luego si hay fuerzas ,ya en la calle uno va poniendo en pie el asunto: si le he dado 40 y me ha dado 25'45 ¿no me tendría que haber dado 28'45? si valiera 30...etc. Pues una cosa así pasa con los porcentajes de este señor.
    A veces la complejidad monetaria es tan poderosa que induce a errores bancarios como aquella señora corta de luces que regateaba en el mercado el precio de un cazo apañado que valia 4 pesetas : si me lo dejas en un duro me lo llevo .
    Respecto al hombre que dejó las bolsas en el suelo para hacer frente al pago es un notable ejemplo del cambio de mentalidad y de los tiempos tan grande como lo del euro y la peseta. En los tiempos de la peseta los hombres raramente hacían la compra. O tempora, o mores.

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  4. Dear a woman
    Además parece que no es elegante, que es de miserable repasar el cambio o las vueltas; esa presión no contribuye a la claridad de mente necesaria para repasar las cuentas.
    Sin embargo, me dijeron que lo elegante y protocolario cuando te traen la cuenta, no la vuelta sino la cuenta en un restaurante es repasarla y comprobarla, que pagar sin mirarla es de catetos
    Saludos cordiales

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  5. Estimado JSP, en vísperas de las deseadas vacaciones vuelvo a introducir en el blog simplemente un cariñoso saludo esperando que el verano, tan anhelado y temido tal vez por muchos entre los que me encuentro, sea feliz para todos.
    Desgraciadamente parece que, a mis ya numerosos años he vuelto a tener hijos. Al menos me consta que tienen al menos un gen que me pertenece y es de alguna manera responsable de nuestra participación en este blog: la evanescencia. Apenas nacidos a la vida algunos desparecen y el último lo hizo ya bastante crecidito. Después de este último episodio irremediable mi frustración fue...facilmente imaginable.
    Sólo añadiré que tanto yo como mis posibles mensajes ojalá seamos capaces de luchar y vencer los obstáculos que llevamos impresos en nuestro mapa genético y sigamos colaborando en este interesante blog, a ser posible de forma distinta a la de hoy.
    Por si acaso no llegaran a cumplirse mis deseos... ¡nos volveremos a ver, más bien, leer en septiembre!

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  6. Muy buenas tardes Evanescen
    Que pase un buen veranito, no se preocupe por esos mensajes que estarán flotando por ahí en algún ciberlimbo y a lo mejor aparecen en cualquier momento.
    Hasta septiembre

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