El avión sigue subiendo, rebasando bloques de nubes, hasta que abajo el mar y la tierra ya no se perciben apenas, solo hay un lecho de colores verdosos y cian, un asiento amable y en calma. En poco tiempo alcanzarán la altura máxima, en torno a los doce mil metros, con una temperatura exterior de unos cincuenta grados bajo cero. Muy cerca de allí, a apenas cinco kilómetros más de altura, se localiza la capa de ozono. Entre los quince y los cincuenta kilómetros se despliega esa zona de la estratosfera terrestre, que concentra el 90 por ciento del ozono de la atmósfera, absorbiendo la mayor parte de las radiaciones ultravioletas de alta frecuencia. Es imperceptible, con un espesor de apenas cinco milímetros, pero su efecto es determinante para la protección cutánea y ocular del hombre. Como también, desde aquí, es imperceptible el efecto del calentamiento global.
Volare nel cielo dipinto di blu, cantaba Modugno y medio lo entendíamos; Bright are the stars that shine,dark is the sky cantaban los Beatles y menos de medio entendíamos, pero llega Daniel, se mete en honduras de kilómetros y milímetros y nos vuelve a la prosa.¡Ome por Dios!
ResponderEliminarUn remanso de lírica nos queda en el lecho de colores verdosos y cian y en la calma que por allí se desprende. Las siempre bien cantadas nubes las une aquí con los bloques de reminiscencia poligonera, eso es el recurso de la aprosdoquía, el efecto inesperado.Bien conseguido el trasvase de la lírica celeste al urbano calentamiento global
Es cierto que cada entrada del blog plantea un cierto desafío para aquellos que andamos más propensos a fijarnos en los escritos y aspectos sociales o de carácter humanístico. En fin, que elevar la mirada al cielo -un acto al que,desde muy pronto, apenas ya ponderamos- y perderla en esa abstracción azul claro no nos invita normalmente a admirarnos de que, en su diáfano espacio se distinga entre características tan complejas y sutiles. En este caso ante la delicadeza de ese anillo imprescindible para la vida de tan solo cinco milímetros. Y así de frágil e inestable resulta finalmente la misma vida
ResponderEliminarBuenas tardes
EliminarEspero que sea un desafío positivo. Para mí como lector el desafío consiste en leer buscando ( y forzando a veces como se verá este lunes) el toque científico, hasta tal punto ha cambiado mi manera de leer desde que mantengo este blog.
Me ha gustado la imagen de la delicada capa de ozono como reflejo de la propia inestabilidad de la vida, pendemos efectivamente de un hilo de cinco milímetros
Saludos cordiales
Dear Woman
ResponderEliminarSiendo su especialidad las cantarullas hay muchas donde elegir, porque el cielo ha sido muy cantado, desde el propio cielito lindo hasta l knocking on Heaven´s door de Bob Dylan. Ellos diferencian sky de heaven.
Y en el cielo se hallaban los santitos a los que Camarón pedía que le pusieran buena a su madre:
"A los santos del cielo
Yo le voy a pedir
Pa que a mi mare me la pongan buena,
Que se me va a morir.
Ay pare mio Jesús
El de Santa Maria,
Que estas fatigas que mi cuerpo tiene
Se me vuelvan alegrias."
https://www.youtube.com/watch?v=A5F9pQIvN9M
Vengaaaaaaaaaaaaaaaa