sino el vacío que en ella misma crece.
Sonora orquestación de las palmeras.
Címbalo idéntico al eco de la luz.
Qué cantidad de espacio en transparencia.
Masa, volumen, línea, espesor.
Materia sida
no en ritmo: en voz, en mar, en movimiento.
No aparecía por aquí un poema desde principios de año. Ya hemos comentado el tratamiento de la naturelaza de la luz que se ha hecho en textos de Carlos Marzal y Ortega y Gasset. Parece lógico que la poesía se ocupe de él, porque es muy misteriosa la luz.
En ciencia ha dado origen a una de las polémicas más famosas entre la teoría corpuscular, encabezada por Newton y los partidarios de la teoría ondulatoria, con Huygens a la cabeza. Esta controversia puede decirse que ha durado desde el siglo XVII hasta prácticamente nuestros días
Eso tiene la poesía , que si quiere le dice adiós a la subordinación.Un solo verbo pues el segundo es adjetivo engrandecido una mijita. Pero sustancias haylas por doquier. La sustancia sida no la entiendo, no sé si es error, neologismo o ignorancia mía
ResponderEliminarPero el runrún de las palmeras se siente, se siente, la luz está presente, así dicho con la pose del pareado callejero. O sin rima pero con mucho poso Lux adest
Querida woman
ResponderEliminarI agree with you, lo de las palmeras es de lo mejor del poema, palmeras hay en Sevilla, para asombro de cardenales rusos, como podrá comprobarse en el blog de Sevilla literaria este 15 de junio
Vengaaaaaaaaaaa