lunes, 14 de diciembre de 2020

EL BAR DE LAS GRANDES ESPERANZAS (J.R. MOEHRINGER) Y LOS BARES COMO FOROS DONDE DEBATIR DE CIENCIA

 A veces el bar me parecía el mejor sitio del mundo, y otras creía que era el mundo entero. Tras un día particularmente duro en el Times, encontré a los hombres sentados en círculo en la esquina de la barra del tío Charlie. Habían dispuesto unos adornos de cóctel en forma de sistema solar, un limón a modo de sol, y movían una aceituna a su alrededor, explicando por qué en Nueva York anochece antes que en California, por qué cambian las estaciones, cuántos milenios nos quedan hasta que todo se vaya a la mierda. Yo me coloqué detrás de ellos, dejando que su conversación orbitara a mi alrededor. ¿Y qué es eso del agujero negro? Una cosa que chupa todo lo que le pone en el camino. O sea, que es como mi ex. Exacto, pero más pequeño. Pienso contarle lo que acabas de decir. Un agujero negro es como el Gran Cañón pero con más gravy. Con más gravy, no, gilipollas. Con más gravedad. ¿Y yo qué he dicho? Para distinguirlos, piénsalo así: El universo se sostiene gracias a la gravedad; tu mujer se sostiene gracias al gravy. No uséis una aceituna para la Tierra. Las aceitunas me dan asco. ¿Qué tienes contra las aceitunas? Los huesos. No me gustan las cosas de comer que me atacan. ¿Pero quién coño se ha comido Marte? Lo siento, es que es veo una cereza y no puedo evitar comérmela. Pero bueno, ¿cuánto mide la Tierra, joder? Mide cuarenta mil kilómetros de circunferencia. Parece casi una distancia que se podría hacer a pie. Pero si a ti no te gusta ir a pie ni a la esquina a comprar el Daily News. ¿Y me estás diciendo que todos los que estamos en este garito vamos a ciento siete mil kilómetros por hora en este momento? Ahora entiendo por qué estoy tan mareado

Aparentemente,  un bar no es el sitio más propicio para debatir sobre ciencia ( técnicamente es muy difícil discutir sobre ciencia) pero el alcohol todo lo puede.

Todo está muy bien explicado, los agujeros negros, el sistema solar, la velocidad de traslación de la Tierra, que es mayor en invierno, el diámetro de la Tierra… ¡Qué cosa tan extraordinaria un bar con una buena parroquia! Como decía aquella copla:

“si el sitio es calentito,

Con gente con quien reír y discutir

Qué mas da si es un hogar o es un bar”

4 comentarios:

  1. ¿Dónde mejor que un bar (o taberna de antes) para confrontar nuestras teorías inapelables y asertos sobre la marcha del mundo? Se perderían sin progreso alguno, y nuestra autoestima de genios no progresaría punsetianamente.

    Dada la situación hostelera el blog me vale para contrastar el prurito social (hay que socializar una miaja) con el libro que acabo de leer, Los asquerosos,.Aquí hay un canto a la soledad física y sonora por considerar a los semejantes como Mochufas, seres asquerosos que no tienen un Dios te bendiga. Yo prefiero Cheers con su Diana repollo y su Rebeca flamencona, en absoluta mochufas. Y qué copla tan bonita, música texto...enhorabuena

    ResponderEliminar
  2. Dear Woman
    En un mismo bar puede uno encontrar los mejores y los peores interlocutores, es como un programa de Quintero. Nota pedante:
    "Un bar que cumpla su función, es decir, que satisfaga tanto al cliente como al dueño, es como un altar en el que se rinda culto a Dionisiosy a Mercurio. Por lo tanto, quienes oficien en él han de tener dos propiedades contradictorias: la de animar y la de controlar."
    Un encuentro peligroso, Ernst Jünger, pág 102
    Justo ahora estaba leyendo una crítica sobre la adaptación teatral de Los asquerosos
    Vengaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  3. A finales del siglo XX pase unos días en Sevilla , debajo del hotel había un bar que resultó alucinante , con un personaje detrás de la barra que no paraba de comer lascas de jamón, era muy bético y muy taurino , era un tabernero de ciencia ficción, se llamaba Perejil , pase muchas horas en el bar , allí vi a Pascual el de los cantores hecho un dandy , Pascual se puso a hablar por el móvil, había pocos moviles , y Perejil le decía con sorna : Joder Pascual como te acosan las mujeres . Nos regaló unos cassettes cuando nos fuimos , que tío el perejil !

    ResponderEliminar
  4. Hombre, claro, el Peregil, ya falleció el pobre. Su bar era cantera de mucho personajes de Sevilla y el Quintero a veces se nutría de esta fuente
    Los cantores nunca fueron santo de mi devoción, no sé bien por qué
    Por allí cerca había una librería, Rialto,11 que coincide con el título de un libro que ha sacdo su dueña y que estámuy bien
    Me alegro de verte por aquí M-H, un saludo

    ResponderEliminar