El vientre y la parte superior de las piernas también se arriaban cada vez que el viento cambiaba de dirección, con ferocidad contradecía la ley de gravitación universal y hacía que las gotas se movieran casi con horizontalidad, anegando lo que debería estar protegido por la invención humana y los parámetros de la física
La Dinámica de fluidos es una de las ramas de la Física más feas, más desagradables de estudiar, con sus números de Reynolds y demás apaños. Que si el régimen laminar, que si el régimen turbulento. La ciencia en general es tanto más bella cuanto más general es y cuanto más simplifica el objeto de estudio. De ahí que las ingenierías sean feas de estudiar frente a las ciencias puras y sus famosas simplificaciones (sea un caballo redondo…)
Con el viento el agua ya no se comporta de manera ideal, sino a lo loco y es imposible modelizarla y que la Física te cobije como dice el texto. Suceden entonces cosas como que llueve para arriba, fenómeno muy común en Cádiz en días de levante.
Sirva esta entrada para recomendar esta novela, primera que ha introducido la tecnología del VAR en la literatura
En otra entrada se hablaba de los charquitos serenos ,germen de renacuajos y arcoiris; hoy, lluvia transgresora que deja a la intemperie lo que la naturaleza y la historia , además la dinámica de los fluidos, quiso protegido.
ResponderEliminarViene a ser una lluvia capaz de romper los cristales, también verticales ( como la parte superior de las piernas) y tocar el tambor. Así cantábamos cuando los niños cantaban y cuando llovía, que llueva que llueva la Virgen de la Cueva
Así es, dear mariacarina, el agua aparece mucho en este blog, por ser tan familiar y estar tan a mano. No obstante, el agua tiene algunas anomalías muy interesantes, por ejemplo el hecho de que su sólido, el hielo, sea menos denso que su líquido. Esto es algo bastante insólito.
ResponderEliminarEl agua no sólo es importante en Física como fluido estándar, sino también en Química como disolvente universal, y no digamos ya en Biología...
A mi , de niño e igual que ahora, el agua agita verdaderamente mi curiosidad. Su inestabilidad, sus ciclos, su enorme poder o sus sinuosas apariciones. Recuerdo a mitad del siglo veinte cómo se normalizaron en las salas de espera y muchos hogares aquellas pinturas de farolas cruzadas de ráfagas de lluvia iluminando apenas a una una pareja tan formal, a su paraguas y a sus sombras. Me pregunto aún qué encontraban en esos cuadros tanta gente a la vez para llevarlos a sus paredes. Lo mismo que las marinas tienen ese nombre, si elección de este motivo en la pintura constituyó también una tendencia con su apelación.
ResponderEliminarEn otras páginas del blog ya hemos citado la novela de Stanislaws Len. En Solaris la mirada al agua de su autor es un privilegio de imaginación y talento sobre elemento del que tratamos hoy.
Estimado Pedro, pues tengo esa novela pero aún no la he leído, sí que he visto alguna película. Del agua cabe decir lo que decía Carlos Marzal sobre la luz, que 'de tanto verla hemos perdido la recta proporción de ese milagro'
ResponderEliminarY parece que ha sido profética esta entrada porque buenas lluvias están cayendo estos días
Saludos cordiales