lunes, 14 de febrero de 2011

LA ESPUMA DE LOS DÍAS (BORIS VIAN) Y LAS FUERZAS FICTICIAS

El suelo del ascensor se hinchó bajo sus pies, y con un gran espasmo blando, los dejó en el piso
Describe muy bien Boris Vian la sensación que se tiene cuando se detiene un ascensor. Algo parecido pero en la dirección horizontal ocurre cuando un autobús arranca y nos sorpende de pie sin estar agarrados. Notamos cómo algo nos empuja hacia atrás ( o hacia delante si el autobús frena).
Sin embargo ese algo no existe, no hay ninguna fuerza que nos empuje hacia atrás, estas fuerzas se llaman en Física fuerzas ficticias (esto sí que es ciencia ficción)
Otra fuerza ficticia muy famosa es la fuerza centrífuga, que como todas las ficticias no existe y surgen para poder aplicar la ecuación fundamental de la Dinámica a los sistemas de refencia no inerciales.  
(Una cuestión que no me queda clara leyendo la cita de arriba es si el ascensor estaba subiendo o bajando antes de pararse, porque la sensación es parecida)

11 comentarios:

  1. Me han recomendado este blog y aunque el tema me resulta a prior aburridillo voy a seguirlo durante un tiempo para darle una oportunidad; aunque señor Partre corre usted el riesgo de nom profundizar en ninguna de los dos campos, quien mucho abarca poco aprieta... yo ya le he pillado algún que otro desliz, tanto literario como científico

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  2. Esas fuerzas ficticias a las que alude siempre me recuerdan, aunque no tienen nada que ver y absolutamente ningún rigor científico, a cuando uno dice alguna cosa por impulso y luego se arrepiente. Sería una especie de equivalente en el plano afectivo.
    ¿Chilindrón nos va a desvelar esos deslices o nos propone que los encontremos?

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  3. ¿Se referirá Chilindrón a que las fuerzas ficticias que en el autobús nos empujan hacia delante, ocurren cuando éste frena y no cuando arranca?. Yo también seguiré este blog porque ambos temas me interesan

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  4. Creo que ya está corregido, muchas gracias Jacob B y chilindrón

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  5. Muy buena comparación agnes, porque efectivamente en ambos casos uno se deja llevar por la inercia

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  6. Le médecin malgré lui20 de febrero de 2011, 12:25

    En los autobuses de Sevilla, la inercia y la tendencia es hacia el traumatismo, más allá de leyes físicas y puñetas derivadas. Y todo es merced a la suaviidad y miramiento que emplean la mayoría de los conductores. (T = (mr ^ 2) A)

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  7. Bienvenido, médico a palos o a su pesar. No se meta usted con los conductores de TUSSAM, también llamados jefes o chóferes, porque son autores de otra gran frase paradójica, cuando ven el autobús lleno y gritan:
    "¡Por favor, avancen hacia atrás!"
    A la altura de un profesor de Gimnasia de un amigo mío, que les decía, poneos en parejas de tres

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  8. Sinanonimus molestandi23 de febrero de 2011, 0:23

    Sobre Boris Vian y la insoportable gravedad del ser.
    En la novela "Que se mueran los feos", Boris Vian hace una incursión por el universo niutoniano. El protagonista del relato, que tiene nombre de licor navideño, Rocky Bailey, se tira en paracaidas:
    "Saltamos uno a uno, y el último cerró la puerta tras él, ya que todos eramos muy bien educados... Descendimos, separados los unos de los otros por unos centenares de metros, con todos nuestros bártulos bamboleándose en la espalda de cada uno. ANDY SALTÓ EL PRIMERO Y YO EN CUARTO LUGAR. No tuve mucho miedo, pero de todas maneras uno se siente trastornado y se pregunta si aquello se abrirá como afirman. YO ESTABA CINCUENTA METROS MÁS ABAJO QUE LOS DEMÁS; CON MI PESO NO ES SORPRENDENTE QUE CAYERA MÁS APRISA". Es una pena que Boris Vian, a diferencia de la Iglesia Católica, muriera sin pedir perdón a Galileo.

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  9. Sinanonimus, el comentario es apropiadísimo, pero con tanta sustancia que se merecía ser tratado en comentario aparte. La próxima vez mándemelo por correo electrónico, que acepto sugerencias, naturalmente indicando al autor del hallazgo.
    Bienvenido y gracias

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  10. Dear Jean Sol, creo que Feynman le colgaría con semejante comentario.

    No así por el relacionado con el hielo.

    En otro orde:
    muy bueno el profesor de gimnasia. Conocí a otro de geometría descriptiva que no se inmutaba lo más mínimo al soltar que, conocida la longitud de su lado, el método a seguir para representar un pentágono variaba según su número de lados.

    D.

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  11. Me imagino que me colgaría con una supercuerda.
    Bienvenido D.

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