De niño ( y así habría
seguido mucho tiempo de no haber topado violentamente con los asuntos sexuales), era tan, inocente y desinteresado respecto a las cosas del
sexo, como lo soy actualmente, pongamos por caso, respecto a la
teoría de la relatividad
Otro buen ejemplo de cómo utilizar términos científicos en la literatura, además de una lección de modestia sobre dos materias en las que se suele tender más hacia el fantasmeo: los asuntos sexuales y la teoría de la relatividad, como ilustra la siguiente anécdota:
En los años veinte un periodista le dijo al astrónomo británico sir Arthur Eddington que había oído que solo tres personas en el mundo entendían la relatividad general. Eddington se quedó pensativo un instante y replicó:
- Estoy tratando de pensar quién es la tercera persona
En los años veinte un periodista le dijo al astrónomo británico sir Arthur Eddington que había oído que solo tres personas en el mundo entendían la relatividad general. Eddington se quedó pensativo un instante y replicó:
- Estoy tratando de pensar quién es la tercera persona
Viéndolo en la foto, posando con los dedos de una mano extrañamente dispuestos, y la otra sobre el perro , pensativo y esperando con sonrisa resignada lo que el destino trajera, comprendemos su inocencia entre los posibles fistros hasta el punto de ser incapaz de pedir de tapa un útero a la roteña como el citado por Evanescent
ResponderEliminarEs verdad que es una lección de modestia su afirmación sobre la relatividad. Yo en mi humilde conceto estoy totalmente de acuerdo con Eisntein y ni quito ni pongo una coma y procuro no hablar de ella para no interferir pero me hubiera gustado un cara a cara con sir Arthur.
Dear woman
ResponderEliminarEl análisis de la foto es muy interesante. Yo creo que la foto muestra cómo Kafka debió ser un huevón, porque el perro sale movido y a él no se le nota preocupado por esta cuestión en absoluto.
En "Un cuarto propio", Virgina Woolf hace el siguiente retrato de una señora:
"Era una mujer insignificante; una señora de edad con un chal escocés prendido con un gran camafeo; y estaba sentada en una silla de paja, animando a un perrito a mirar la máquina, con el aire divertido pero forzado de la persona que está segura de que el animal se moverá en cuanto aprieten la perilla"
Sin duda, Kafka carece del 'aire divertido pero forzado' de la persona que espera que el perro fastidie la foto, se queda impasible el tío.
Sobre la disposición de los dedos de la mano, precismente tendremos la próxima entrada sobre la anatomía de la mano.
Saludos cordiales
Vaya, parece que se menciona Evanesc y "aparezco" en el blog. Me pregunto si será para contradecir a mi pseudónimo. En fin, milagros de la ciencia. Y hablando de milagros, casi podríamos afirmar que lo es el número de personas que se dice entienden la teoria de la relatividad...
ResponderEliminarBueno, bromas aparte. Esta entrada me recuerda (¡hay que ver cómo los viejos vivimos de recuerdos!)a mi hijo. Cuando pequeño era más inocente que un cubo boca abajo, como suele decirse. Yo creía que iba a llegar a la mili creyendo todavía en los Reyes Magos. Pero no fue así, no. Cuando el pobre todavía podía vivir con esa ilusión una de sus hermanas, más pequeña que él pero muy distinta en carácter y por supuesto en las características que conlleva nuestro sexo, le enseñó los juguetes que teníamos escondidos en un cuarto que nunca usábamos. En mi interior me enfadé con la niña dichosa y no sólo porque nos había fastidiado el invento por muy tapados y camuflados que tuviéramos los juguetes, sino sobre todo por habérselos enseñado a su hermano. En fin, c'est la vie!
Me alegro de estar otra vez entre vosotros.
Evanesc
Estimada Evanesc
ResponderEliminarPodría ser más inocente aún su hijo si aun viendo los regalos siguiera sin sospechar, como un sobrino mío que encontró los dientes que fue perdiendo en el pasado y corrió a decirle a su madre emocionado que había encontrado el sitio donde el Ratón Pérez guarda los dientes
Saludos cordiales
Sobre un inocente escribió Kafka el Proceso, que grande Tony Perkins en la gran pelicula de Orson Welles ( que ademas contó con la mujer más guapa del siglo, la Romy Schneider)
ResponderEliminarPues no he visto la película, Laro; me llama la atención que filmaffinity le ajudica nacionalidad francesa, no lo sabía.
ResponderEliminarLa Romy era guapetona, sin duda
Un saludo
A pesar de tener nombre de mueble auxiliar, era guapa, sin duda. En cuanto a la Teoría de la relatividad, es tan... relativa (comentario fácil, sin duda igualmente).
ResponderEliminarYo nos sabía que era nombre de mueble auxiliar Schneider, José Luis, a mí me sonaba a futbolsta. En cualquier caso hay cierta incoherencia en Romy (muy familiar) con Schneider (muy solemne).
ResponderEliminarBuen veranito
Los romy eran unos muebles de cuarto de baño de los primeros tiempos
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