Había abierto el libro de
Anatomía por el capítulo titulado:’Mano’.
Las figuras se sucedían en
distintas posiciones, siempre con los cinco dedos.
Joseph Walser se fijaba por
primera vez en aquellos nombre. Nombres de cosas que poseía desde
hacía mucho tiempo. El ‘músculo oponente del pulgar’, el
‘retináculo de los flexores’, el ‘aductor’, el ‘abductor’.
El esquelto de la mano lo
impresionaba. En la zona de la muñeca había ocho pequeños huesos
amontonados: ‘huesos del carpo’, leyó. Después, entre la muñeca
y los dedos, cinco huesos del metacarpo, uno para cada dedo. Cada uno
de los dedos tenía aún tres huesos consecutivos, ‘como los
vagones de un tren’, murmuró, con nombres casi infantiles:
‘falange’, ‘falangina’, ‘falangeta’. El pulgar era aquí
la excepción: tenía solo dos falanges en lugar de las tres que
contaban los demás dedos
Hoy nos ponemos serios con un terrible testimonio personal. El 30 de abril de 2013 me corté un tendón de un nudillo mientras cortaba jamón. Fue un corte pequeño, de hecho tuvieron que abrirlo más para poder coserme. Tuve que llevar una escayola tres semanas y otras tres semanas de rehabilitación. En la sala de rehabilitación había gente que estaba de verdad hecha polvo y a mí me daba vergüenza ir para hacer manitas con la enfermera.
Los primeros días, como los toreros recién corneados decía que estaba deseando recuperarme para volver a cortar jamón, que esto no me iba a retirar. Pero me he retirado y ahora solo consumo jamón cortado y envasado.
Desde este blog quiero decirle a los chavales que de esto se sale y que el jamón cortado y envasado es una opción digna.
Buenas noches, J.S.P. Me felicito por ser la primera en entrar en el blog. Es curioso que nuestro cuerpo sea tan complicadísimo. Y menos mal que no es necesario saber los nombres de tantos músculos, nervios, huesos (no sé si me faltan algunas cosas más, me temo que sí)en una sencilla mano. Todos somos capaces de nombrar cualquiera de nuestras pertenencias, tales como libros, adornos, ropa, etc, etc. ¡Qué sería de nosotros si tuviéramos que nombrar todo lo que encontramos dentro de nuestro cuerpo y que nos pertenece y debiera importarnos más que lo primero! Me alegro mucho de poseer este cuerpo que tengo, no porque me parezca admirable ya que a estas alturas deja que desear... Pero es el que tengo para vivir la vida y hay que amarlo y apreciarlo. Gracias a Dios no necesitamos introducirnos en su complicado interior. Tampoco el exterior es moco de pavo. Con que todo funcione correctamente ya me conformaría yo.
ResponderEliminar¡Hasta la próxima!
Saludos y felices vacaciones
Evanesc
Las manos de las muchachas de mi tiempo, sobre todo la derecha, tenían las falanges, falanginas y falangetas engrosadas del trabajo de la vendimia, del espigo,del verdeo, del lavado en pila, del friegue con estropajo de esparto; también se conocían las manos señoritas merced a las tatas que el caprichoso azar de la historia les proporcionaba.
ResponderEliminarLas manos de las muchachas de hoy han cambiado, son suaves y con tenues nudillos y no hace falta explicar las razones; pero me llama la atención el desmedido culto que se hace a las uñas, falsas, larguísimas, diseñadas ,decoradas, devenidas artilugios que imposibilitan el manejo cotidiano. La liberación de la mujer acaba a veces en necias esclavitudes.
Así como uso de vez en cuando la expresión "luego a luego", recuerdo otra muy de mi tiempo, "si a mano viene" humilde fórmula para introducir un temas o acción y que las dos son tan poco usadas en el habla de hoy.
Estimada Evanesc
ResponderEliminarTambién yo me alegro de que rompa el hielo de los comentarios. Yo en verano ando siempre mendigando internet por las casas y tengo esto más abandonado, aunque las entradas no faltarán con su acostumbrada frecuencia, ya que las dejo programadas.
Todo lo que tenemos en el cuerpo, eefctivamente, y eso nos lleva a la entrada de Kundera de hace un mes.
Creo que hacemos bien en querer a nuestro cuerpo, porque no vamos a encontrar compañero más fiel.
Saludos cordiales
Me parece prodigiosa la interacción de nuestra mano y nuestro entendimiento. Algo de esto debió parecerle a Miguel Ángel cuando hizo lo de La Creación o a Spilberg con ET. No menos sugerente es lo que destacaron los primeros esotéricos cuando llamaron masón sólo a aquel que conocía los secretos de la construcción (escultores, alfareros, constructores, albañiles originariamente). No se habrán planteado nada de esto muchos de los actuales médicos, que ya no exploran, no tocan. Yo soy de los pueden creer en la acción curativa (no medible) de las manos que tanto usó Jesús y que igualmente podemos usar cada uno de nosotros. Más de un dolor de cabeza y de barriga me sacó mi madre con las suyas. Posteriormente han sido las mías propiamente. Ahí están para indicar, para moderar, modelar, matar, bailar. Tan ignoradas, tan arcanas...
ResponderEliminarDear woman
ResponderEliminarOtra señal que se tenía en la manos, que incluso te daba prestigio, era el callo en el dedo medio de escribri con boli BIC. Tambien como las secuelas de la vendimia, se está perdiendo con tanto ordenador.
A mí la expresión que me gusta con mano es "ganar por la mano", que creo que viene del mus
Un saludo
..."y el abuelo, qué manos de valiente,
ResponderEliminarqué venas, retorcidas como parras;
las ganas que me daban
de cumplir en un día 64 años
para tener dos manos como aquellas"
Miguel D´Ors
Saludos y buen verano
Estimado Pedro
ResponderEliminarA los que somos torpes manualmente las manos no nos responden como nos gustaría. Estoy de acuerdo con las cualidades terapéuticas de las manos de la madre. Solo con comprobar si tienes fiebre con la mano en la frente se iban muchos de los males.
En el libro el protagonista pierde un dedo y se siente muy extraño, no digamos ya cómo sería con amputaciones mayores.
(Escribo estas líneas mirando cómo teclean mis dedos)
Saludos cordiales
Querida Agnes
ResponderEliminarQué prestigio tienen las manos, tan distintas de los lejanos pies o pieses, que son feos y ahora se ven mucho con el verano.
He notado que muchas mujeres aprecian las manos como parte importante del atractivo varonil, yo ahí he perdido mucho con mi burto en el nudillo, pero lo bueno es que yo soy totalmente ajeno a su presencia y no sufro.
Cordiales saludo