lunes, 20 de febrero de 2023

LAS POSESIONES (LLUCIA RAMIS), REINA ROJA (JUAN GÓMEZ-JURADO) Y LA ANOSMIA

 La anosmia afecta a un dos por ciento de la población, más o menos el mismo porcentaje que la ceguera o la sordera. Pero a diferencia de otras patologías, no se considera una discapacidad. Cuenta con poca literatura médica. Porque, en principio, uno puede llevar una vida normal sin este sentido, el más importante para la mayoría de animales.

Las posesiones, Llucia Ramis

—A mí tanto me da. Tengo anosmia. Jon eleva una ceja, pidiendo desarrollo. —Significa que no puedo oler nada.

—¿Nada de nada? ¿Como cuando estás acatarrado?

Reina Roja, Juan Gómez-Jurado

En el lenguaje popular el olfato está relacionada con la astucia, pero su pérdida no impide llevar una vida casi normal. Al gunas mañanas no me importaría padecer esta dolencia temporalmente cuando entro en el cuarto de baño del trabajo. Es también uno de los primeros síntomas del Parkinson, como también se cuenta en la novela de Llucia Ramis. Sería literariamente más apropiado que la pérdida del olfato fuera un síntoma del Alzheimer y no del Parkinson, por ser un sentido tan asociado a la memoria.
Pero no termina aquí la relación del Parkinson con los olores porque se ha descubierto recientemente que otro síntoma muy temprano del Parkinson es un cambio de olor corporal. La enfermera Joy Milne lo descubrió en su marido años antes de que desarrollara la enfermedad y lo comprobó después con otros enfermos.
Sirva esta entrada como homenaje a ese dos por ciento de la población que se pierden los olores y los sabores, prescindibles para la supervivencia pero que tanto ayudan a sobrellevar la existencia con placeres sencillos

2 comentarios:

  1. Pues el olor necesita una miaja de complemento nominal para ubicarlo, de santidad, a chamusquina,a perro muerto. Si decimos peste sobran los sintagmas. A la anosmia, que hemos conocido con el covid y con el blog,no le interesa mas que el grado cero olfativo y no juzga y así no será afectada por el wokismo.
    Las noticias médicas sobre el parkinson resultan muy interesantes pero desalentadoras pues cada vez sabemos más síntomas precursores de desgracias y entre estar pendiente de ellos y del móvil no va a quedar tiempo para nada. Y eso será otro síntoma.

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  2. Dear Woman
    A mí siempre me ha llamado la atención la relación del olor con el sabor. Esa maniobra que hacíamos de pequeños de taparnos la nariz para comer las coliflores o la brócoli tenía su fundamento, porque parece serr que el 80% de la sensación de sabor procede efectivamente de los receptores olfativos.
    También escuché en una entrevista sobre el asunto que, pese al complemente nominal del que hablas, el ser humano tiene problemas para describir olores. Se hizo el siguiente estudio, se le ponía un olor a un grupo de hombres y se les pedía qué olor era, casi ninguno acertaba. Sin embargo, si la pregunta era de multiple choice, como dicen las profesoras de inglés, casi todo el mundo acertaba. Es decir, al darle las opciones: a) plátano, b) vainilla... todo el mundo lo reconoce
    SAhí queda mi reflexión

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