lunes, 30 de mayo de 2022

OLIVE KITTERIDGE (ELIZABETH STROUT) Y LA BIOQUÍMICA DE LA ASPIRINA

 Henry seguía sonriendo mientras organizaba los frascos, escribía etiquetas. El carácter de Denise se acoplaba tan fácilmente al suyo como una aspirina lo hacía a la enzima COX-2. Henry pasaba el día sin dolor.



Es una metáfora atrevida, porque no mucha gente conoce el mecanismo de acción del principio activo de la aspirina. En ese sentido falla donde aciertan las buenas comparaciones, que le dejan a uno la sensación más de recordar que de descubrir algo nuevo. La enzima COX-2 es la que permite la aparición del dolor y de la inflamación y la aspirina la inhibe, la anula. Henry pasa el día sin dolor pero a costa de ver su carácter inhibido, y no estoy seguro de que sea esto lo que quiere decir la autora. Se agradece en cualquier caso el riesgo asumido con esta metáfora tan osada.

Valga esta entrada para recomendar esta novela que narra las andanzas de una profesora siesa de matemáticas (¿redundancia? ¿oxímoron?) y de la que se ha hecho una serie de TV que yo todavía no he visto

lunes, 16 de mayo de 2022

EL REINO (JO NESBO), QUÉ FUE DE LOS MULVANEY (JOYCE CAROL OATES) Y LA BELLEZA

 —Simetría —dijo por fin—. El número áureo. Formas que imitan la naturaleza. Colores complementarios. Tonos armónicos.

Asentí, aliviado porque la conversación fluyera de nuevo, pero sabía que estaría mucho tiempo flagelándome por ese desliz.

—O, como en el caso de la arquitectura, donde las formas son funcionales —prosiguió—. Que es lo mismo que decir que imitan a la naturaleza. Las celdas hexagonales de los panales. Las presas de los castores que regulan los niveles de agua. La red de túneles de los zorros. Los nidos en agujeros en los troncos que abren los pájaros carpinteros y alojan a otras aves. Nada de ello ha sido construido para ser bello, pero lo es de todas formas. Una casa en la que se vive bien es hermosa. En el fondo es muy sencillo.

La simetría, que es un concepto geométrico, es fundamental para definir lo bello. La belleza sería por tanto algo objetivo, ajeno y superior al ser humano, como lo son a su manera las matemáticas puras, esto parece desprenderse del anterior texto de Jo Nesbo. Todos los intentos en música, pintura, arquitectura… de romper esta armonía no pueden evitar el aire de gamberrada infantil. No solo la famosa proporción áurea que se comenta en el texto participa de esta belleza, existe en la Alhambra otra proporción, que algunas llaman árabe, presenta en casi todos los rectángulos de dicho monumento.

O a lo mejor es todo lo contrario, quién sabe, y la belleza es la cualidad más impregnada de subjetividad y de prejuicios, como se indica en este fragmento de Qué fue de los Mulvaney, de Joyce Carol Oates:

Desde luego, sabía que la «belleza» no existe. A la sazón no lo sabía, pero ahora sí. La belleza es una cuestión de perspectiva, subjetividad. Prejuicios culturales. Se precisa un ojo humano, un cerebro humano, un vocabulario humano. En la naturaleza, no hay nada.

Aun así, la belleza proporciona consuelo. ¿Quién sabe por qué?

lunes, 2 de mayo de 2022

A LO LEJOS (HERNÁN DÍAZ) Y EL AMOR DEL NATURALISTA POR LA NATURALEZA

 El estudio de la naturaleza se convierte en una empresa estéril si piedras, plantas y animales se ven reducidos a meros objetos inanimados bajo la lupa, decía Lorimer. Todo naturalista debería contemplar el mundo con un afecto cálido y hasta con un amor ardiente. La vida a la que el escalpelo ha puesto fin debería ser honrada mediante una apreciación solícita y devota de la irrepetible individualidad de la criatura, y del hecho de que, al mismo tiempo, por extraño que pueda parecer, tal vida representa al conjunto del reino natural.



En este párrafo, que aparentemente habla exclusivamente de los naturalistas, se halla el secreto, si no de la felicidad, sí de hacer la vida soportable. Todo el mundo, no solo los naturalistas, deberían contemplar el mundo con un afecto cálido y hasta con un amor ardiente. Así el profesor con el alumno, el conductor de autobuses con pasajeros y paisaje… Es fácil decirlo, claro. No se consigue todo los días, pero hay que intentarlo.

Los verdaderos maestros dominan esta suerte a posteriori, es decir, no es que se dediquen a lo que siempre han querido, sino que les toque lo que les toque, consiguen apreciarlo y quererlo. Lo que es digno de hacerse, es digno de que se haga bien , me decía muchas veces mi padre este refrán inglés, que internet me dice ahora que es del Conde de Chesterfield. Este tipo de gente, capaces de una apreciación solícita y devota, son los mejores, disfrutan la vida y son muy simpáticos, y en las bodas puedes colocarlos en cualquier mesa, con la gente más siesa, que ellos son capaces de hacerles hablar y animar el cotarro