lunes, 21 de mayo de 2018

INTRUSOS Y HUÉSPEDES (LUIS MAGRINYÀ) Y LA CAPACIDAD DEL VIDRIO PYREX DE ADHERIR LA SUCIEDAD


Una vez isomerizado, es decir, una vez convertido el safrol en isosafrol, hubo que destilarlo pacientemente y, aunque ahí yo también tuve que vigilar, la bella transparencia del resultado, como de colonia para niños, y el excelente peso que alcanzó (70 gramos, otra prueba de «buen rendimiento»), dejaron como residuo un matraz totalmente renegrido que de ninguna forma parecía que fuera a volver en sí. Me tocó a mí, sin embargo, limpiarlo y debo decir que no sólo fracasé sino que, después de agotar demenciales cantidades de Fairy, KH7 y alcohol de quemar, probé con ácido sulfúrico, a sugerencia de Samantha, y la escobilla se me desintegró. Ahí reposa aún el desdichado matraz, con el fondo lleno de costras, bañado en una mezcla de todos eso corrosivos fulminantes que no fulminan nada. Lo último que intenté fue meterlo en el microondas para ver si, calentándolo, se le desprendían al menos una o dos costras. Y una o dos costras desprendidas fue lo que conseguí


Cualquiera que haya trabajado en un laboratorio lo sabe: limpiar el material de vidrio es muy difícil. No voy a decir que haya sido lo que me ha alejado de la carrera científica pero siempre me resultó muy desalentador limpiarlo, y muy alejado de la ciencia pura el saber que aquello nunca quedaba limpio. Ahora cuando friego en casa soy menos exigente. En los laboratorios escolares, suele haber mierda añeja que trasciende cursos y sistemas educativos y que generaciones de niños castigados en recreos han sido incapaces de eliminar.
La propiedad que más me gusta del vidrio pyrex es que su índice de refracción es muy parecido al del aceite, lo que da lugar a experimentos próximos a la invisibilidad, como este que hicimos:





lunes, 7 de mayo de 2018

UN VIAJE FRUSTRADO (JOSEP PLA) Y LOS TERRAPLANISTAS DEL AMPURDÁN

De pronto, y sin dar a la cosa la menor importancia, Hermós dijo que la noche anterior la luna había salido, por lo menos, con dos minutos de retraso sobre el horario previsto. Añadió que varios pescadores habían constatado lo mismo
- Hombre, Hermós- dijo don Joan con su voz grave y su calma habitual-, eso es mucho decir. La luna es una cosa muy seria.
Y le explicó de una manera sencilla, clara, viva, los movimientos conjugados del Sol, la Luna y la Tierra
Hermós lo escuchó en silencio. Constató que perdía terreno y acabó por poner una cara sombría. Al final, perdió los estribos y, dando un gran puñetazo en la arena, dijo:
- Don Joan, usted ya sabe que el señor Pla y yo le tenemos cariño y respeto. Además soy su guardabosque, y a mucha honra… Pero, si sigue por este camino, le devolveré la canana, las municiones, la placa y la escopeta…
Como Anaximandro y Parménides, creía, como cree muchísima gente, que la Tierra es plana e inmóvil y que está colgada al cielo con un clavo…



'Un viaje frustrado' es una de las 'Cinco historias del mar', donde Pla demuestra un gran conocimiento marítimo. En otra de estas historias, 'Bodegón con peces', Pla despliega una sabiduría y admiración sobre las sardinas equivalente a la de Melville con las ballenas o la de David Foster Wallace con las langostas.
El gremio de los marinos y los pescadores, al que pertenece Hermós, siempre se ha resistido a aceptar el modelo heliocéntrico. De hecho, hasta hace poco, se han regido por el sistema ptolomeico para orientarse, y se apañaban bien. Los profesores sabemos lo difícil que puede resultar que alguien aprenda a hacer algo de una manera distinta a como lo hace