lunes, 7 de mayo de 2018

UN VIAJE FRUSTRADO (JOSEP PLA) Y LOS TERRAPLANISTAS DEL AMPURDÁN

De pronto, y sin dar a la cosa la menor importancia, Hermós dijo que la noche anterior la luna había salido, por lo menos, con dos minutos de retraso sobre el horario previsto. Añadió que varios pescadores habían constatado lo mismo
- Hombre, Hermós- dijo don Joan con su voz grave y su calma habitual-, eso es mucho decir. La luna es una cosa muy seria.
Y le explicó de una manera sencilla, clara, viva, los movimientos conjugados del Sol, la Luna y la Tierra
Hermós lo escuchó en silencio. Constató que perdía terreno y acabó por poner una cara sombría. Al final, perdió los estribos y, dando un gran puñetazo en la arena, dijo:
- Don Joan, usted ya sabe que el señor Pla y yo le tenemos cariño y respeto. Además soy su guardabosque, y a mucha honra… Pero, si sigue por este camino, le devolveré la canana, las municiones, la placa y la escopeta…
Como Anaximandro y Parménides, creía, como cree muchísima gente, que la Tierra es plana e inmóvil y que está colgada al cielo con un clavo…



'Un viaje frustrado' es una de las 'Cinco historias del mar', donde Pla demuestra un gran conocimiento marítimo. En otra de estas historias, 'Bodegón con peces', Pla despliega una sabiduría y admiración sobre las sardinas equivalente a la de Melville con las ballenas o la de David Foster Wallace con las langostas.
El gremio de los marinos y los pescadores, al que pertenece Hermós, siempre se ha resistido a aceptar el modelo heliocéntrico. De hecho, hasta hace poco, se han regido por el sistema ptolomeico para orientarse, y se apañaban bien. Los profesores sabemos lo difícil que puede resultar que alguien aprenda a hacer algo de una manera distinta a como lo hace

2 comentarios:

  1. Es que a veces la razón de uno y la razón de la ciencia no coinciden, y hay lógicas personales muy extravagantes pero sentidas. Por eso yo comprendo el malestar de Hermós ante ciertas observaciones .
    Cuando me decían en mi infancia que la tierra era redonda, yo me callaba por no tener el coraje de Hermós, pero a mi modo y en mi pobre conceto sabía que no era verdad pues entonces los habitantes nos iríamos cayendo. También me callo ahora cuando la gente , indiferente a su posición, sabe dónde está el Norte y el Sur.Ante asomatognosia semejante, más vale disimular y animarse pensando que Dios nos habrá concedido otros dones ,ya que no el de la orientación
    La conversación con la pequeña disparidad de dos minutos,entre Don Joan,la presencia socarrona de Pla ,y las convicciones de los hombres de mar resulta entrañable y solemne. Las sardinas y la luminosidad del Ampurdán al fondo.

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  2. Qué duda cabe, dear Woman, el disimulo le salva a uno de muchas circunstancias vergonzosas. Yo también tiro palante ante algunas dudas y si el asunto me parece importante, luego investigo en casa tranquilamente.
    Todo el relato es una road-movie (o boat o sea movie) en el que la pareja cateto carismático- intelectual que se ríe de él cariñosamente y lo admira funciona muy bien. Yo no me imaginaba a Pla de juerga marinera por ahí y mira.
    Vengaaaaaaaa

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