Cuando mueran los
astros, los hombres y las piedras
y se olviden los
árboles, las aguas y las nubes,
cuando, sin fuego,
el mundo se pierda en sus ruinas,
cuando muera el
Espacio, no hallando este reposo,
y, hueco, el
Universo sus transparencias hunda:
Ay, el tiempo,
soberbio, mordido por su engaño,
Destejido y sin
nombre, huirá bajo la angustia
En este blog se intenta practicar la variedad, y así de las 91 entradas que lo componen, sólo se han repetido tres obras literarias: El rey pálido del pobre David Foster Wallace, Tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante y Juan Belmonte, matador de toros, de Manuel Chaves Nogales. También existe variedad en la otra parte del blog, la científica; no obstante un tema bastante usual en los textos literarios es la entropía y las consecuencias derivadas de ella, por razones que no son difíciles de adivinar.
Una de estas consecuencias del segundo principio de la termodinámica sería la hipótesis cosmológica conocida como Big Freeze, según la cual el universo se expandería indefinidamente y por tanto alcanzaría la muerte térmica, por congelación.
Este poema de Emilio Prados, del que ignoro el título y el modo en que llegó hasta mi cuaderno, reflejaría ese momento de humillación en el que el Universo se ve tratado como un vil sistema termodinámico.