lunes, 17 de septiembre de 2012

EL OFICIO DE VIVIR (CESARE PAVESE) Y LA VISIÓN DE LA CIENCIA QUE TIENE EL PERSONAL


Al habla el autor de este blog: estoy escribiendo un diario durante el año 2012. Y ahora estoy leyendo 'El oficio de vivir', el diario de Pavese; cuando los comparo me parece que el mío no puede ser más frivolón y superficial. Pavese pertenece a la estirpe selecta de los poetas suicidas, ¿pero qué otra cosa podría hacer con este aspecto, de pelazo y gafotas encendiendo la pipa?
Yo a Cesare Pavese, de haber podido le hubiera recomendado que hiciera ejercicio por su Piamonte, en lugar de autocitarse y analizar sus poesías demasiado. Una cosa que me gusta de sus diarios es que habla de sí en tercera persona, pero con minúsculas y se dice, ánimo, pavese y cosas así, esto yo me lo copio y me digo: vamos jean sol, vamos...
En un epígrafe de unas oposiciones que estudié había que hablar de la visión negativa que a veces se tiene de la ciencia en la sociedad, de conocerlo entonces, hubiera colocado este texto:


29 de marzo de 1940
Debes reconocer que las magníficas promesas de la ciencia futura te aterran y de buen grado las verías abortadas. No a causa de que la ciencia cree mortíferos armamentos (siempre se encontrará la defensa equivalente; y, en cualquier caso no es que la ‘matanza’ de los hombres te desagrade; venimos al mundo para morir), sino porque la ciencia podrá proporcionar un día tales medios de control sobre la vida interior (‘sinceruty test’, esterilización, etc) o sucedáneos del propio individuo (‘robots’’) o intervenciones en la actividad interior y física individual (inoculación de esperma artificial, clasificación de las aptitudes, control estadístico de los gestos a lo Taylor, etc.) que la vida ya no valdrá la pena de ser vivida. La conclusión típica de las novelas de anticipaciones, en efecto, tras una descripción del mecanismo controladísimo de aquella vida, un ‘climax’ de estar hasta los cojones que hace que las masas se desencadenen matándose y enloqueciendo, con tal de escapar de la pesadilla. En suma, morir (sea por espada, sea por rayo mortal) no es nada; vivir científicamente parece espantoso. Un consuelo es el pensamiento del 25 de octubre del 38

lunes, 3 de septiembre de 2012

PIERO DELLA FRANCESCA (JAVIER KRAHE) Y LOS GEÓMETRAS

Seguimos con nuestra línea de animar las vueltas al cole con un tema musical, vamos con Javier Krahe que está siempre con sus cositas pero al que hay que reconocerle ingenio


Piero della Francesca, geómetra y pintor,
harto de placeres sensuales
y medio muerto de amor y platonismo,
Piero della Francesca, dijo un día:
el dodecaedro me conmueve hasta la ternura.

Pues bien, si a Piero lo conmovía el dodecaedro
hasta la ternura,
a mí me indigna el pentágono
hasta el sonrronjo
me chiflan trapecios y paralelas
hasta el infantilismo,
me aburre el cuadrilátero,
con eso púgiles,
hasta el bostezo total.

Me oprimen las altas esferas
hasta dolerme el pecho,
me ocupan parábolas,
les pongo música,
me dan de comer.

Soy socio de un círculo
y voy los lunes,
y amigo de Pí
que viu a Barcelona.

Me abruman las pirámides
hasta el cimborrio,
me pesa el cubo.
Y en cuanto al dodecaedro en sí
no sé si he visto alguno.

Pero hasta la ternura,
lo que se dice hasta la ternura,
sólo me conmueve el óvalo,
el óvalo de tu cará,
morená, saladá,
morená, saladá,
y también el cono.

Y también el cono,
morenó, saladó,
hasta el arrobo.