lunes, 28 de abril de 2014

LA EXPERIENCIA PRIMERA (AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO) Y LA TRAYECTORIA BALÍSTICA

Un objeto achatado, de luz blanca, se movió de izquierda a derecha, y en décimas de segundo cambió su trayectoria hacia la estricta vertical, para desaparecer en una oscuridad que a mí me pareció remota. Mi tío dijo entonces: “eso era un ovni, un objeto volador dotado de un movimiento no balístico”, definición que no entendí. Solo al día siguiente le pedí explicación de tal definición. “El movimiento balístico- dijo- es el natural de las cosas en el aire, ya sea una piedra, una bala o un avión, y no se conoce objeto que pueda realizar una maniobra tan compleja , ni en tan pocos segundos, como la que vimos ayer.”

Como es sabido, el escritor Agustín Fernandez Mallo es licenciado en Ciencias Físicas, por lo que tarde o temprano era esperable su presencia en este blog. Este texto pertenece a un relato incluido en la colección "Diez bicicletas para treinta sonámbulos" de la editorial Demipage y que tuve que comprarme porque siempre me han gustado los relatos sobre bicis. Presté y perdí un libro llamado "Mi querida bicilceta" (como el excelente texto de Delibes) de la editorial Experimenta subtitulado Relatos de ciclismo de Holanda y España.
En el texto, el tío del protagonista ( o el cuñado, porque de estas cosas saben mucho los cuñados) parece inducir a cierta confusión entre movimiento y trayectoria balística. Según la investigación búsqueda en wikipedia que he realizado descubro que el movimiento balístico es otra cosa distinta a la trayectoria parabólica que yo pensaba (relacionado con los movimientos reflejos). Todo eso dejando a un lado que muchos aviones son capaces de seguir trayectorias no balísticas.
(Esta es la entrada número 100 del blog)

lunes, 14 de abril de 2014

LAURA (PÍO BAROJA) Y EL CAMBIO EN EL TIPO DE INVESTIGACIÓN DEL SIGLO XX

-          Todo lo bueno del siglo XVIII y XIX se viene abajo. El arte se muestra infecundo y la literatura también. La ciencia está entregada a grandes laboratorios americanos…
-          ¿En medicina no aparecen grande hombres?- preguntó Golowin.
-          No. Tipos como los del siglo XIX, Wirchow, Claudio Bernard, Pasteur…no se van a dar.
-       Es astronomía tampoco los hay. Parece que ya la investigación es colectiva.


Incluso hasta principios del siglo XX era posible disponer de laboratorios baratos en cualquier universidad sin necesidad de ningún tipo de patrocinio, pero entonces empezó a resultar tan caro el material necesario que las universidades buscaron el apoyo de industrias externas.
Esto parece sugerirse en este libro poco conocido de Pío Baroja perteneciente a la colección CLUB Bruguera, que me regaló mi suegro y que consta de cien libros que ya son casi de culto.
Ilustra esta entrada una foto de Ramon y Cajal porque le da un aire a Pío Baroja (aunque aquí la postura es tipo Jovellanos) y porque representa uno de los últimos ejemplos de la estirpe de científicos geniales que podían hacer ciencia de manera barata e independiente. Se ha hablado de universidades, pero estos laboratorios baratos podía uno montarlos incluso en su casa, si la señora lo permitía, cosa que solía ocurrir, porque las señoras del XIX y principios del XX eran más comprensivas con las aficiones de sus maridos que las del siglo XXI.