lunes, 24 de julio de 2023

TODO (KEVIN CANTY) Y EL CERREBRO DE LOS PECES

 El cerebro de un pez no es más que un punto ancho de su espina dorsal, pero si lo pones en su entorno sabe todo lo que debe saber.

No es el fuerte de los peces el cerebro, eso es verdad. Ahí están Nemo y la memoria de los peces. Son gente que pasea en una pecera sin notar nada extraño, muchos de ellos, especialmente los jóvenes, no saben siquiera qué es el agua , como explicó David Foster Wallace. Sobre los peligros de que un pez alcance demasiada sabiduría ya nos advirtieron Miguel Hernández y Camarón

Pero el cerebro de los peces es tan digno como cualquier otro. Además, presenta la ventaja de que es muy fácil adquirir uno, sin recurrir a casquerías, ya que es habitual que los peces se vendan y presentan con cabeza incluida. Uno puede emular sin necesidad de un laboratorio caro a Cajal y su método Golgi con el cerebro de un pez si quiere, es una práctica recomendable y factible para profesores de secundaria

 

lunes, 10 de julio de 2023

EL VERANO SIN HOMBRES (SIRI HUSTVEDT) Y LA PROSA CIENTÍFICA

Recordad: Boris es científico. Su prosa avanza a machetazos. Parece ser algo intrínseco a la profesión

Vaya `por delante una confesión: no me cae bien Sir Hustvedt. Me parece demasiado seriota y que proyecta siempre una imagen amarga de los hombres. Prefiero autoras como Rachel Cusk o Iris Murdoch que son capaces de cachondearse de los hombres, pero con más gracia y con más piedad y cariño.

La idea de esta bitácora es refutar los recelos que puedan existir entre ciencias y letras. Fragmentos como los de hoy no ayudan, claro. Las prosas avanzan a machetazos o con fluidez dependiendo del autor, it´s the singer, not the song, como cantaban los Stones. Como contrapunto va otro fragmento, este de Foster Wallace, que sí sabe hacer una crítica divertida, sobre la prosa académica en general, pero yo diría que apunta hacia la prosa académica ´de letras´

La verdad es que la mayoría de la prosa académica americana es atroz: pomposa,obtusa, claustral, inflada, ostentosa, pleonástica, plagada de solecismos, de sesquipedales, heliogabaliana, ocluída, ininteligible, llena de jerga y vacía: resplandecientemente muerta