lunes, 6 de junio de 2016

SATIN ISLAND (TOM MCCARTHY), COHERENCE Y LA PARADOJA DE SCHRÖDINGER

Este es un problema harto conocido de los antropólogos, definido en primer lugar por un hombre llamado Landsberger: la tribu bajo observación es consciente de estar siendo observada, y sus integrantes alteran su conducta a la vista de ello, representando a menudo las versiones de sí mismos que creen conforman las concepciones que el etnógarfo tiene de ellos. El término técnico de este fenómeno es efecto Hawthorne; aunque en la universidad lo llamábamos siempre la Paradoja del Gato en la Caja. Este apelativo debía su título a la famosa hipótesis concebida por Erwin Schrödinger para ilustrar las consecuencias lógicas de los descubrimientos de Einstein sobre el aberrante comportamiento de los átomos (de hecho, estábamos confundiendo ligeramente dos teoremas científicos distintos, el efecto Hawthorne no tiene en realidad demasiado que ver con la hipótesis de Schrödinger; pero como nosotrosno éramos físicos cuánticos, ni lo sabíamos ni nos importaba). Si (proponía Schrödinger) encerramos un gato en una caja junto a un vial de gas venenoso- digamos cianuro- éste podría o romperse, matando en consecuencia al gato, o permanecer intacto, dejándolo en consecuencia ileso, dependiendo de a través de cuál de los dos orificios eligiese saltar un átomo; pues bien, el átomo sólo elegiría ‘haber saltado’ a través de uno u otro agujero en el momento en que el científico abriese la caja para ver por cuál había saltado éste ‘ya’. En otras palabras, el gato no estaría ni vivo ni muerto, o más bien ‘tanto’ vivo ‘como’ muerto, hasta que el científico, ‘a posteriori’, atisbase dentro para establecer su vida o su ausencia de ésta




De tanto huir de los tópicos va uno dejando lagunas imperdonables. El gato de Schrödinger es un clásico del que se abusa sin que a veces se utilice del todo bien. Como bien indica el texto se confunden un par de conceptos, pero además adjudica a Einstein la teoría cuántica; esto no es así, de hecho Einstein intentó renegar de ella con su "Dios no juega a los dados"
Para compensar que no hayamos hablado del gato de la caja hasta la entrada número 155 ilustramos también con una escena de  Coherence, una película buena, de ciencia ficción low coast

6 comentarios:

  1. Elsufijo -berger de los apellidos de origen alemán es muy común, el citado sabio Landsberger sería algo así como tierra de montañas, y me acuerdo del comisario Adamsberger de las novelas de Fred Vargas y de un texto de filosofía de mis tiempos,de autor Hirschberger, dicho sin respeto "el jisberger".Pues también hay mucha apelación al monte en los apellidos catalanes, incluso con insistencia, así el presidente Puigdemont, pues Puig como el Puy de Dôme de la Auvernia ya es cima de montaña, y el mismo apellido Pujol viene a ser una colina más bajita, aunque está feo señalar.
    Estoy muy de acuerdo en que la tribu observada trata de acomodarse al ojo observador; y hemos pasado del temible Ojo de Dios al canalla Ojo del Gran hermano. Gatos ni vivos ni muertos deseando gustar al Ojo mejor postor. Ya lo decía la cantarulla de la Ratita que buscaba novio

    Limpio mi casita,lalaranlarita
    y todos los días la misma tarea
    más lo hago contenta
    porque hay quien lo vea

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  2. Dear woman
    A mi Landsberger me suena a cerveza europea, de las oscuritas. Por aquí también somos seguidores del comisario Adamsberger, y le hemos dedicado un par de entradas.
    Uno parece que se acomoda al ojo, efectivamente, no sé si más al ojo enemigo que al amigo, incluso.
    Difícil sería saber si el gato está vivo o muerto sin abrir la caja, porque los gatos huelen a gato muerto, aun estando vivos, creo que ahí radica de verdad la paradoja
    See you later alligator

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  3. A mi siempre me ha costado entender la paradoja del gato de Schröndiger, es más, sigo sin entenderla bien del todo. Debe ser porque no tengo alma de física. Como estudiosa del comportamiento animal sí entiendo mejor el efecto Hawthorne, que es la base del horror televisivo de Gran Hermano, del cual he leído hoy que van ya por la edición número 17!!!
    Esta paradoja de posibles vidas paralelas a mi me recuerda a unos libros que mi padre nos traía cuando éramos pequeños en los que la historia comenzaba pero luego tú decidías cómo continuarla y tenían entonces varios finales posibles. Eso sí, en muchos de esos finales terminabas muriendo, no era nada agradable que eso pasara, pero experimentabas a la vez un ligero alivio cuando te dabas cuenta de que en verdad estabas viva y coleando leyendo el libro. Una sensación parecida a la del alivio que experimentas cuando despiertas de un sueño chungo.
    Saludos.

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  4. Querida Panchi:
    Efecto Hawthorne , Landsberger , difícilmente se encuentra uno un fenómeno científico conocido como efecto López o Martínez. Lo máximo ha sido denominar ‘estar de Rodríguez’ cuando la señora le deja a uno solo. Lo que me plantea la siguiente duda conceptual, si la señora se va pero te deja los niños, ¿está uno de Rodríguez?
    Donde yo vivo hay una tiendecilla a la que el dueño ha puesto el nombre de SuperMárquez, que me parece bastante bueno
    Saludos cordiales

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  5. DRF:
    ¿Pero recomiendas la novela? (en lista de espera-de compra por si acaso). Ya leí Residuos.

    Gracias

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  6. Hola DRF
    La novela no está mal si te gustan modernitas. Digamos que la primera parte es una oda a la procastinación y la segunda, pues no sé. Está muy bien, no sé si tanto como para que te la compres, yo te la puedo llevar a Sevilla este verano, y desde luego no tanto como para denominarlo el Kafka de la era Google.
    Hablando e Kafka, el lunes que viene tendremos un texto de sus diarios.
    Sí que recomiendo El mundo según Garp, que estoy leyendo ahora mismo y el documenral Man on Wire, que vi el pasado fin de semana, aunque es posible que ya los conozcas.
    Un saludo

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