Lo volvemos a aclarar: nada más lejos de las intenciones de este blog que enfrentar a los partidarios de las ciencias con los de las letras, pero no queremos volver la espalda a la realidad: los prejuicios y recelos existen, y aquí van un par de ejemplos. El primero de Carlos Barral en sus Años de penitencia:
… y varios
titulados en ingeniería o en carreras técnicas, caracterizados por
esa expresión estólida y suficiente y la correspondiente dificultad
de elocución, personajes cuya identidad se diluiría para siempre...
Y en sentido contrario también (porque como cantaba aquel, de Algeciras a Pontevedra, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra), aquí tenemos a Eloy Tizón en su libro de relatos Técnicas de iluminación.:
Se besaron en los
labios con ternura, su mujer era maravillosa, olía a tubos de
ensayo, a laboratorio clínico, a sala de hospital recién
desinfectada, él no era bueno con las metáforas. Nunca se le habían
dado bien aquellas cosas poéticas, Almeyda es científico
racionalista, pragmático, a sus ojos el arte y la literatura eran
extravíos propios de débiles mentales. Comparado con la
neurobiología, todo es juego inofensivo y carreras de sacos. Una
exótica pérdida de tiempo. Dos o tres veces había intentado leer
una novela, nada, era imposible, se le caía de las manos a las pocas
páginas. Suspiros, debilidades, enredos, sensibilidad enfermiza. Un
alma fuerte no necesitaba de semejantes sucedáneos de vida.
Creo que ambos textos son altamente ofensivos y apuntan donde más duele. La semana que viene este blog cumple tres años, muchas gracias a todos por vuestra atención.
Enhorabuena, amigo, por los tres años de blog, que está que no pasa el tiempo por él (pero, ¿era algo el tiempo?) y cada día más joven. Y para celebrar y volver al origen presenta usted dos textos fundacionales, podemos llamar, pues están en el origen de este blog ya adulto.
ResponderEliminarYo creo, que Barral sólo se mete, con el elegante desdén a que acostumbraba, con determinados individuos que tienen tal aspecto, o son feos o tienen poca labia, pero no con la ingeniería ni con la ciencia,
El de Tizón es tan fuerte que parece que está escrito con algo de coña Las metáforas médico-sanitarias son estremecedoras y sorprendentes"...a sala de hospital recién desinfectado" , hay que tener valor, lo mismo para los "laboratorios clínicos", .Su descalificación me recuerda a aquel conocido mio que decía, hace ya años, que el arte y la filosofía y todo eso era cosa de niñas y de individuos de reducida masculinidad. Me gusta lo de los "sucedáneos de vida", a la manera aquella de Th. Mann, pasión es vivir por amor a la vida pero hay quien solo vive por amor a la vivencia. Sin embargo, el argumento contra el arte , la filosofía y todo eso, es el de su inutilidad, "exóticas maneras de perder el tiempo". Tras la crítica severa se esperaban mejores razones.
Felicidades de nuevo por el aniversario y atentos saludos
Querido Basin
ResponderEliminarCómo se nota que ha leído atentamente ambos textos, o sendos textos, que dirían algunos periodistas de ahora. A mí de Barral, lo que no me gusta es la pose que pone en las fotos.
Sobre Tizón, me gusta que lo aprecie, yo en el segundo texto veo que falla poner como ejemplo a la neurobiología, porque puesto a escoger ciencias de machotes, más me vale la Física, por ejemplo.
Sobre los individuos de reducida masculinidad, hoy poy hoy lo mismo los encuentras en Biología que en Filología Clásica, no hay fronteras.
Gracias por las felcitaciones y que veamos muchos años más de blog.
Un abrazo
Parésceme que Barral retrata a un cierto tipo de paisanos más que estólidos,perplejos, más que suficientes, reconcentrados, y más que de dificultosa alocución, con ese educado carraspeo con el que suelen comenzar su parlamento los catalanes o bien para quitar hierro al asunto o bien para acomodar la laringe a la variada fonética . Pero yo no he notado la diferencia entre los de ciencias y los de letras a los que oigo hablar por la tele. Suelen acompañar estos rasgos con un cortés inclinarse de oreja ante el interlocutor.
ResponderEliminarRespective a Tizón, y aunque me esté feo decirlo,no sé nada; su personaje Almeyda que no pudo leer nunca un libro hasta al final, me hace pensar que los que sabiendo leer no lo hacen cúanto tiempo libre les queda, a qué lo dedican, qué altos pensamientos tendrán y, cómo recordarán la ortografía .Pero sin metáforas ni nada, él solito se había agenciado una señora cariñosona, que ya llevaría el gen Almeyda el ancestral sucedáneo incluido.
Estimada Woman
ResponderEliminarQué interesantes y variadas son las interpretaciones que se hacen de los textos, Así, usted lo enfoca hacia los catalanes; y también bastante interesante el de Tizón. Cómo recordarán la ortografía sin leer y cómo la caligrafía sin escribir, que ya son muy pocos los trabajos donde se escribe a mano.
Saludos
Adivinanza de vez en cuando
ResponderEliminar(Enhorabuena a Agnes, pues fetivamente se trataba del tan justamente bien tratado ahora Chaves Nogales, y su libro sobre Belmonte.)
1.-
No se llamaba así más que un poquito. Él añadió un apellido que no era bueno sino más bien malo.
2.-
El título de la obra tampoco ayuda mucho a ver la nacionalidad.Estuvo en Roma en la misma cárcel y por las mismas fechas que el señor Ginzburg de cuya esposa aquí se ha tratado. Ay señor, señor.Viendo sus vidas y milagros una se queda anonadada .
3. -
Escribió una parte en una aldea de Ucrania , tan de actualidad ahora con las revueltas y entonces por otras circunstancias.
Mi tiro a la piscina...y no sé si tiene agua:
ResponderEliminarAutor: Curzio Malaparte
Obra: "Kaput"
Muchas felicidades, Jean Sol, por el tercer cumpleaños de tan estupendo blog. Recuerdo, además, que en alguna de las primeras entradas comentaba usted que "los recelos recíprocos" lo barajó como posible nombre para el blog .
ResponderEliminarMe hace gracia la ilustración que acompaña a la entrada.
Saludos y enhorabuena de nuevo.
Muchas gracias por la felicitación Agnes y enhorabuena a usted por su buena memoria que ha traído lo del otro posible nombre del blog.
ResponderEliminarYo me he quedado con la duda de si Dixon Steele ha acertado o no la adivinanza.
Saludos