lunes, 16 de marzo de 2015

PODERES TERRENALES (ANTHONY BURGESS) Y LA INERCIA

Aún estábamos los tres de pie, pero entonces Carlo se sentó. El whisky de su vaso intentó seguir donde estaba y se derramó por su chaqueta negra. Ignoró tal hecho y siguió mirando ceñudo a su hermano



He puesto la inercia, ¿pero cuál es la causa última de que el whisky se caiga? ¿Acaso de que se trata de un sistema de partículas más complejo que el propio vaso? En el caso de ser la inercia, la descripción del fenómeno de Burgess es perfecta: el whisky intenta segur donde estaba o como estaba, podríamos decir también.
Yo saqué este libro de la biblioteca y cuando llevaba ya casi la mitad me di cuenta de que había sacado el segundo de los dos tomos que componen esta novela. Pensé que empezar a numerar el libro por la página cuatrocientos y pico era una modernidad que yo toleré.

5 comentarios:

  1. No queda muy claro, en efeto, si se trata o no de un caso de inercia, como usted mismo, amigo Partre, ya señala en su escrito. No es un buen ejemplo para una clase de física recreativa. Sin embargo, el texto sí que luce en lo que en la quincena anterior quedaba en cuestión, a saber, si hay o no estabilidad en la realidad, si se da continuidad en los fenómenos, si las leyes mantienen o no su vigencia, cuestiones todas que en la quincena anterior habían quedado en entredicho con el asomo del caos, tan anticartesiano. Observese por lo demás que a los humanos nos ocurre como al wiskhy en su comportamiento, a saber, que también tendemos a la continuidad del estado merced a los hábitos y costumbres que adquirimos, forma particular de nuestra inercia.
    Y en fin, nada dice el texto sobre si el whisky manchó o no la chaqueta negra de su bebedor, de si fue o no reprendido por ello, de si disponía o no de un quitamanchas en el primer caso, tantas y tantas cuestiones que origina el factor humano en interacción con las cosas no humanas, inertes y pasivas. No olvide, por último, querido Partre, mirar la paginación de los libros que llee.
    Atentos saludos

    ResponderEliminar
  2. Estimado Basin
    Atento como siempre a su comentario de los martes me percato de cuán cierto es aquello que dice usted de que los hombres, al igual que el whisky o cualquier otro sistema físco, también están influidos por la inercia, y que esta, sumada a la superstición, puede llegar a ser como una droga paralizante
    Hablando de quitamanchas, ¿conoce usted el quitamanchas "Milagritos"? Es buenísimo, se lo recomiendo, puede hasta con las manchas de la salsa de churrasco del serranito.
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  3. La cuestión de la caída del whisky viene a ser como casi todo en la vida, un problema de incomunicación. El muchacho se sentó sin avisar y al whisky no le dio lugar a componer la figura. El otro día el autobús frenó bruscamente sin avisarme y mis pobres moléculas se desbordaron cómo pudieron costándome mucho recuperar la posición inicial. Encima, cosa que no le preocupa al whisky derramado, en breves segundos tuve que decidir si me entregaba a la piedad colectiva de los usuarios o me sentaba como si no me doliera el esqueleto entero .
    Respecto a la numeración de los libros, se demuestra el respeto que tenemos a la modernidad y el buen rollito de aceptar los inventos del arte para que no se nos note que "semos de pueblo ", muy al contrario ,el mundo ya no nos sorprende; todavía éramos de pueblo cuando cantábamos

    " saca el güisky cheli para el personal
    que vamos hacer un guateque,
    llévate el casete pa poder bailar
    como en una discoteque "

    ResponderEliminar
  4. Dear woman
    El ejemplo que pone usted del autobús es un clásico de inercia o de fuerzas inerciales o ficticias. La primera entrada de este blog, allá por febrero de 2011, trataba de este asunto.
    Claro que si el whisky es el tercero o cuarto que se toma la probabilidad de tirárselo uno encima al sentarse aumenta exponencialmente.
    See you later alligator

    ResponderEliminar
  5. Adivinanza de vez en cuando
    (la novela anterior era El doctor Zhivago de Boris Pasternack, como muy bien ha acertado el ínclito jean Sol, enhorabuena y vamos con otra)

    1.-
    A las nueva generaciones no les suena pero era un escritor levantino muy conocido en la primera parte del siglo pasado y su paisano más todavía; y eso que el tema era peliagudo.
    2.-
    El tema de la novela era peliagudo ( adjetivo en desuso como el referido autor) por ser el protagonista una alta jerarquía y porque su enfermedad era un poco biblíca.
    3.-
    La ciudad donde se desarrollan los hechos ,con el nombre un poco camuflado, como la Vestusta de Clarín, sus nativos castizos la llaman con diminutivo.

    ResponderEliminar