“..
y el agua como una combinación de hidrógeno y nitrógeno (sic)…”
Marcel
Proust, La fugitiva, pág 274, Biblioteca Proust, Alianza
Editorial
"Ya había recorrido tres
cuartos, es decir, un sesenta por ciento"
Diez de diciembre,
George Saunders, pág 250
La diferencia entre una errata y una falta de ortografía es que esta última se comete por ignorancia y la primera, inevitable como saben todos los editores, es un error tan de bulto que se atribuye a la casualidad o la mala suerte. Lo mismo podríamos hablar de erratas científicas, ¿desconocía Proust que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno? improbable. ¿No sabe calcular George Saunders ni su traductor Ben Clark un % básico? Algo más improbable y que sea una especie de broma
La diferencia entre una errata y una falta de ortografía es que esta última se comete por ignorancia y la primera, inevitable como saben todos los editores, es un error tan de bulto que se atribuye a la casualidad o la mala suerte. Lo mismo podríamos hablar de erratas científicas, ¿desconocía Proust que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno? improbable. ¿No sabe calcular George Saunders ni su traductor Ben Clark un % básico? Algo más improbable y que sea una especie de broma
Además de los "errores calami" existen los "errores confusionis "de los que solo son testigos los oyentes avezados pues el pronunciante no se entera fácilmente pues tiene mal conectado ese cable y puede decir La Soborna durante décadas.Este cable cruzado entre la palabra que aprendió mal un día y la chispa que podría saltar al ver escrita u oir La Sorbona no se produce así como así, haría falta un alma valerosa que le advirtiera o un doloroso reconocimiento propio si un día se escamara de cómo el malévolo entorno le sacara la conversación a menudo sobre dicha universidad y cómo se producía un travieso silencio cuando el la nombraba.
ResponderEliminarYo recuerdo a una compañera mía que me contaba la película Forajidos , que ella pronunciaba Forrajidos y la de veces que yo le insistía atónita sobre el título y cómo ella repetía entusiasmada Forrajidos. También decía gladiólogos y una vez dijo gladiolos pero a continuación rectificó , perdón gladiólogos
Muy interesante, querida woman, este asunto de los erroes y de cómo, cual moco colgando o bragueta abierta, el personal no avisa los muy mamones, bien porque no sean suficientemente amigos y carezcan de la confianza o bien porque sean demasiado amigos y disfruten viéndonos hacer el ridículo.
ResponderEliminarPara mí la palabra elixir ha sido durante mucho tiempo exilir, y así he ido por la vida, con el consiguiente menoscabo de la dignidad.
Como se dice en Jernigan una novela muy buena que acabo de leer, con estos momentos bochornosos, lo mejor que se puede hacer es no pensar en ellos
Saludos cordiales
Tiene mucha razón, lo mejor es olvidar.Para muchas cosas en esta vida viene muy bien. Lo triste del caso es cuando esos olvidos son "inolvidables", al menos eso esperamos, y los años nos los arrancan sin permiso previo.
ResponderEliminarLos errores confuaionis, como dice A Woman,son frecuentes. ¿Quién no ha sufrido alguna vez que este virus se introduzca en su cerebro sin apariencia de abandonarlo? A mí me ha pasado más de una vez porque yo decía "sajones"por "zahones"
y "voy a descambiar" en lugar de "voy a cambiar". Este último error no me ha sonrojado porque es un error,a mi entender, muy frecuente por estas tierras. No ha sido así con el primero, que sí me avergonzó cuando me enterén de mi error. ¡Cómo se reirían los normandos si se enteraran que sus rivales, los sajones, eran utilizados por los caballistas para no ensuciarse al montar a caballo en la Feria de Abril en Sevilla! Menos mal que fue mi padre el alma piadosa que me sacó de mis errores. Mi pronunciación, mejor dicho, mi mala pronunciación de la z también me ha jugado una mala pasada más de una vez.
Hay unos errores "recalcitrantes", ya muy bien descritos por Woman, y que no se llegan a borrar con o sin alma caritativa. Conozco el caso de una profesora de inglés que dice cokretas en lugar de croquetas. Podría ser hasta normal... Pero esta señorita cuando se le corrige se niega a aceptarlo y dice que así es como lo ha aprendido en su casa y que así lo dirá. ¿No deberían recomendarle al menos que hablara el español correctamente y no metiera sus cokretas en la boca de sus alumnos? Aunque a ellos les daría lo mismo una cokreta que una croqueta.
Saludos cordiales de
Evanesc
Estimada Evanescent
ResponderEliminarPara eso está la familia, para actuar como primer cortafuego de los ridículos que puede uno hacer por la vida. ¿Quién mejor que un padre o un hermano para hacerte ver que haces mal algo?
Con respecto a las croquetas, las de puchero están muy buenas y el lunes que viene hablaremos de sopas
Saludos cordiales
Saludos. En cuanto al error o errata en el texto La Fugitiva es cierto que se nos viene que pudo haber alguna intencionalidad, de la misma manera que podía el gran novelista del siglo XIX ignorar el detalle que apuntaba a la fórmula y composición del agua. Si lográsemos la atención necesaria y constante creo que nos sobrecogería el inmenso campo del conocimiento considerado elemental que ignoramos, en el arte, el verbo, las técnologías, la historia, etc Por otro lado, se pregunta uno si es de alguna utilidad retener este tipo de fórmulas, abreviaturas de igual abstracción para la mayoría de nosotros como lo fue aprender de memoria el Ave María y generalidades de ese orden
ResponderEliminarfugitiva
Estimado Pedro:
ResponderEliminarPues con una ligereza aparente ha tocado usted dos temas en realidad polémicos. El de la intención del autor y la recepción del lector. (Ha muerto el autor, etc...)
Y el otro asunto es el relativo a la memoria, y su mala prensa en la pedagogía. Para mucha gente, es precisamente lo que aprendieron de memoria en la escuela lo único que les queda de esta. El número de poemas que un español conoce de memoria (by heart, dicen en ingles) es directamente proporcional a su edad. Se pregunta usted sobre la utilidad de estos conocimientos memorísticos, pregunta que podría extenderse a todo tipo de conocimiento. No sabemos qué ocurrirá exactamente en Finlandia, porque parece imposible hablar de pedagogía sin citar a Finlandia, donde al parecer los niños van desbordando alegría, se sientan en sus pupitres finlandeses y se ponen a aprender y disfrutar como locos, ante un buffet libre de tecnologías e innovaciones educativas, a cargo de un profesor rubio y finlandés que quizá lleve guitarra. Esto escribía Chesterton de su aprendizaje memorístico
“... mi padre conocía toda la tradición literaria inglesa y que yo me sabía de memoria gran parte de ella mucho antes de que pudiera entenderla. Me sabía páginas de Shakespeare en verso blanco sin tener ni idea de lo que significaban, lo que quizá sea la forma correcta de apreciar el verso”
Saludos cordiales y disculpe la castaña pedagógica que le he soltado
Buenos días. Efectivamente hay ligereza en los anteriores comentarios. Sólo trataba de comunicar que parece bastante probable que cualquier escritor, artista, intelectual o viandante pueda desconocer un dato vacío como éste (H2O) y también conocimientos fundamentales. Es mi propia experiencia. Uno en realidad desconoce prácticamente todo. No hay castaña pedagógica ninguna. Al contrario, me gustaría poder charlar e intercambiar sobre el tema. Un saludo
ResponderEliminarMe gusta esta entrada pues las erratas o los errores científicos pasan más desapercibidos que los demás. Por ejemplo es común que un profesor comente errores llamativos de sus alumnos como que América se descubrió en … ; o que los Reyes Católicos fueron… O faltas de ortografía descomunales. Pero es menos común que se comenten errores como que el seno de un ángulo vale 3, o que la probabilidad de un suceso vale -2, por ejemplo.
ResponderEliminarEn cuanto a palabras que decíamos mal, yo decía “renaudar” y me dí cuenta solita que era “reanudar”. Me di cuenta al oírsela a la gente y pensar que no iba a ser yo la única que la decía bien, que sería yo la que estaba equivocada. Aunque con esto hay que tener cuidado porque por ejemplo, hay tanta gente que dice “cónyugue” en lugar de “cónyuge”, que hay que mantenerse firme y segura en una conversación manteniendo tu pronunciación aunque te contesten con “cónyugue” mirándote como corrigiéndote.
Saludos
Estimado Pedro
ResponderEliminarLa ligereza a la que me refería era aparente, claro, ¿de qué otra manera podríamos comentar aquí?
Me gusta lo de 'Uno en realidad desconoce prácticamente todo', como resumen en general de la vida, me lo haría inscribir en el escudo heráldico de mi familia o como lema de un colegio puesto en latín también sería apropiado. Quizá sería un emblema apropiado para la Asociación Nacional de Tertulianos.
Ahora estoy buscando un lema o motivo para hacerme un exlibris y tengo muchas dudas.
Puede que tenga razón con lo del agua, desde mi mirada de químico me parecía algo inverosímil.
Saludos cordiales
Estimada Agnes:
ResponderEliminarRegistrada queda 'renaudar' como ejemplo de pifia disléxica. Lo llamativo de su caso es que haya sido usted solita quien se dio cuenta del error. Eso habla de su prudencia a la hora de callar y no corregir al interlocutor y sin embargo ir rumiando poco a poco la posibilidad del propio error.
Con cónyuge el asunto es tan asumido que ya tengo que pensar un buen rato para recordar la versión correcta.
Cordiales saludos