Se
nos ha llenado la casa de unos insectos desconocidos para nosotros,
pequeños y de coraza dura. Tienen el tamaño de una lenteja y son de
un color algarroba tostado y brillante. La particularidad más
especial es que son resistentes a todos los insecticidas. Han entrado
por miles. Se arraciman como si fuesen piojos, en colonias de
doscientos o trescientos individuos. Por esa razón los aerosoles
venenosos apenas hacen mella en ellos, pues las sucesivas oleadas de
éste las detiene la capa externa, como si hubieran aprendido la
táctica de los soldados romanos, de escudarse unos en otros. Hacen
lo propio los pingüinos reales o imperiales, para protegerse del
frío, según han sacado en televisión. A estos insectos puede
creerles uno muertos, pero se vuelve uno de espaldas y empiezan a
mover las patitas como hacen los recién nacidos con sus
extremidades, o el escarabajo de Kafka. Son verdaderamente
repugnantes y no le entran a uno más ganas que las del exterminio
Más adelante en el libro se aclara que estos insectos son los gorgojos del olmo, no es que yo lo haya deducido. Hay una 40000 especies de gorgojos, y son bichos muy asquerosos, como bien apunta Trapiello. No sólo por su aspecto, sino porque son capaces de aparecer en forma de plagas que arruinan cosechas de cereales. No son muy simpáticos los gorgojos. También les encanta colonizar casas que han estado cerradas mucho tiempo, cuando uno llega para pasar un fin de semana y se dejó un paquete de arroz o de garbanzos.
Tal como se arracimaban los gorgojos para protegerse de los bárbaros insecticidas, así igualmente se debe proteger la flora intestinal, que ahora llaman microbiota, contra la llegada de las penicilinas.Las bacterias que al escudar a las otras sucumben no lo hacen en vano pues las protegidas ya van por los intestinos e incluso emigran sin respeto ni miedo, las 400000 pero en millones.
ResponderEliminarAquí la ecología y la furia exterminadora no quedan claras. Hasta cómo de chiquitico debe ser un ser viviente para exterminarlo sin remordimiento ?
En cambio se ha puesto de moda y resulta muy formativo, dicen, comprar un hormiguero. Los venden con todos sus avios y el personal estudia su comportamiento, las hormigas obreras, la reina, el zángano, en fin tantísimas curiosidades de tales animalicos a los que pisamos tan a menudo durante su incansable marcha
Dear Woman
ResponderEliminarLa parte más cabrona de los gorgojos es arruinar un fin de semana o un puente al llegar a la casa rural lleno d ilusiones y tener que ponerse a limpiar aquello, muy injusto
El límite del tamaño para matar y comer sin remordimiento yo lo pongo en la gamba. De la gamba a la vaca, porque también hay límite superior
Vengaaaaaaaa