Esto es un homenaje a la humilde biblioteca de provincias que frecuento. Pequeña pero completísima biblioteca donde además realizan unos expurgos en los que nos dejan llevarnos los libros; así he adquirido:
- 'Autobiografía de Federico Sánchez', de Jorge Semprúm
- 'Ulises' de Joyce en inglés
- 'El advenimiento de la républica', de Josep Pla
- 'El caballo griego', de Manuel Altolaguirre
- 'Ensayos materialistas', Gustavo Bueno
- 'Un vestido de domingo', de David Sedaris
- 'El siglo de las luces', de Alejo Carpentier
- 'Pedro Páramo y El Llano en llams', Juan Rulfo
- 'Anaconda', Horacio Quirofa, en Alianza Editorial, con su portada de Daniel Gil
...
Pero, sobre todo, la joya de mi colección de expurgos: el Peor Libro de la Historia, un libro que las pocas personas que han conseguido terminarlo se han sentido fatal por ello y han exigido indemnizaciones, en este caso a la embajada francesa. Me refiero a 'El antiedipo', de Gilles Deleuze, en una edición feísima además.
Vamos con el texto, largo esta vez, como mi comentario y pido perdón por ello. No quisiera tanto que sirviera de chispa para discusiones entre razón y fe como para disfrutar del placer de leer a partre citando a Altolaguirre citando a Unamuno citando a Tertuliano.
O disfrutar de la foto, en la que como siempre que retratan a la generación del 27, aparecen como unos tíos bastante enrollados y que se lo pasan la mar de bien
- 'Autobiografía de Federico Sánchez', de Jorge Semprúm
- 'Ulises' de Joyce en inglés
- 'El advenimiento de la républica', de Josep Pla
- 'El caballo griego', de Manuel Altolaguirre
- 'Ensayos materialistas', Gustavo Bueno
- 'Un vestido de domingo', de David Sedaris
- 'El siglo de las luces', de Alejo Carpentier
- 'Pedro Páramo y El Llano en llams', Juan Rulfo
- 'Anaconda', Horacio Quirofa, en Alianza Editorial, con su portada de Daniel Gil
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Pero, sobre todo, la joya de mi colección de expurgos: el Peor Libro de la Historia, un libro que las pocas personas que han conseguido terminarlo se han sentido fatal por ello y han exigido indemnizaciones, en este caso a la embajada francesa. Me refiero a 'El antiedipo', de Gilles Deleuze, en una edición feísima además.
Vamos con el texto, largo esta vez, como mi comentario y pido perdón por ello. No quisiera tanto que sirviera de chispa para discusiones entre razón y fe como para disfrutar del placer de leer a partre citando a Altolaguirre citando a Unamuno citando a Tertuliano.
O disfrutar de la foto, en la que como siempre que retratan a la generación del 27, aparecen como unos tíos bastante enrollados y que se lo pasan la mar de bien
Unamuno escuchó también las palabras de Satán que le dijo: ’Escoge
entre el amor y la ciencia. No hay otra elección’. Unamuno, sin vacilar un
momento, menospreció la ciencia y se entregó al sentimentalismo, se puso a
llorar y a compadecer y fue feliz porque sus lágrimas le hicieron conocer a
Dios. Y fue católico ferviente porque no podría tolerar lo que él llama la
ramplonería religiosa del luteranismo. Además se colocó poéticamente al lado de
la Iglesia, frente a la ciencia, diciendo:
“La Iglesia Católica defiende
la vida contra la razón. Y hace bien. Hizo bien en salirle al paso a Galileo,
en oponerse a Darwin, hace bien al declararse irreconciliable con la llamada civilización moderna. La teología no tiene nada que aprender de la ciencia.
Tertuliano dijo esta soberbia expresión: ‘Creo porque es absurdo’. Si no fuera
absurdo no hubiese necesitado creer, le bastaría con la razón. La fe no puede
apoyarse sino en la gracia. Los escolásticos quieren apoyar la fe en la razón y
son los verdaderos responsables de la pérdida de fe. Frente al racionalismo hay
que colocar la mística. La ciencia como sustitutiva de la religión y la razón
como la sustitutiva de la fe han fracasado siempre. La fe es cosa que depende
de la voluntad, de la necesidad que el hombre sienta de sobrevivirse. A Jesús
le dicen en el Evangelio: ’Quiero creer, señor, creo, Señor, ayuda mi
incredulidad’. La Teología nace siempre de la fantasía puesta al servicio de la
vida. Vivir. Vivir. Vivir
La Generación del 27 era el Gandía Shore de los años 20.
ResponderEliminarEso está muy bien visto, Rinati y el escritor Manuel Vilas podría desarrollarlo en una nueva novela. Bienvenido a este blog, encantado de recibir blogueros mainstream; no quiero resultar pedante pero he tenido que recurrir a mis alumnos para enterarme de qué es eso de Gandía Shore.
ResponderEliminarUn saludo
Hay que alabar el olfato histórico crítico de este nuevo bloggero, el Sr. Rinat, de tan blanco y evocador nombre, comparando la foto con el Gandía Shore, porque me parece recordar que esta foto también está tomada en Valencia, quizás en la mísmisima Gandía. Bienvenido, Sr. Rinati.
ResponderEliminarHay que ver cómo era Unamuno. Lo recordaba yo el otro día a propósito de la polémica iniciada por el ministro de educación cuando ha dicho aquello de que quería españolizar a los catalanes. Unamuno, que no se quedaba corto en nada, había ido más lejos, y, así, cuando Ortega proponía como remedio para los males patrios (qué bonito esto de los males patrios y qué bien me ha quedado) la europeización de España, Unamuno dijo que de tonterías nada, que lo que había que hacer era españolizar a Europa. Y nadie dijo nada en Europa ni se molestó como se ha molestado aquí tanta gente, y no sólo catalanes, con el ministro.
Atentos saludos
El 29 de marzo de 1994, en el ABC, publicó Eugène Ionesco, el artículo "Dios mio, haz que crea en ti" en el que, muy viejo y en puertas de la muerte, debate el mismo tema. Copio el párrafo final donde reprocha a la divinidad haber dejado a la vejez con pocas salidas
ResponderEliminar" Se viene a la tierra para vivir.Se viene para debilitarse y morir.Sin embargo es dificil imaginarse un mundo sin Dios.Por lo menos es más fácil imaginarselo con Dios.Se diría que la medicina moderna y la gerontología quieren por todos los medios restablecer al hombre en su plenitud:por encima de la vejez, de la chochez, del decaimiento etc..Restaurar al hombre en su integridad , en su inmortalidad, como la divinidad no ha sabido o no ha quierido hacerlo...".
Bien lejos de la chochez y de la artrosis, corren felices dispuestos a comerse el mundo, los jóvenes de la foto, ignorantes de ser la generación del 27; tal vez sea Gandía la tierra, creo, del beatet Andrés Ibernon. Mi última reflexión es que las mozas de aquella generación tenían unas fuertes y lustrosas piernas en comparación con las modelos de ahora.
Como A woman no ha puesto adivinanza ultimamente,y se dan pistas pero nadie dice el título, ahí va.
ResponderEliminarAutor Lawrence Durrell, obra El cuarteto de Alejandría.
Espero no haberme equivocado en nada esta vez.
Ante el expurgo de libros de la biblioteca frecuentada por Partre y que tanto beneficia a los lectores, me pregunto.¿Qué expurgarán las bibliotecas catalanas?
Querido basin:
ResponderEliminargracias por su aportación histórico-geográfica sobre la localización de la animosa foto de Altolaguirre con Cernuda. Las mozas no sé quiénes son. Generación del 27 S.A. así llama malignamente alguien a los del 27, pero yo creo que sería más exacto Generación del 27 S.L.
Ay los males patrios!, me extraña que nadie saque a relucir al gran Paco Gandía
Vengaaaa
Dear woman:
ResponderEliminarLa cita de Ionesco está muy bien traída. Sobre Andrés Ibernón, no tenía ni idea de quién era; cuando lo inevstigo en internet me dice que murió en Gandía efectivamente, pero que nació en Murcia, y además los escribe como Hibernon.
Yo voy a aportar otra cita, que aparece en la Autobiografía de Chesterton atribuida a Santo Tomás de Aquino:
'¿Hay Dios? Aparentemente no'
Y totalmente de acuerdo en la superior lozanía de las musas de antaño respecto a las de ahora
Bievenido, estimado uno, ya sabe que son bienvenidos los unos y los otros. Más interesante que los expurgos de bibliotecas son los de las discotecas, entre los que hay mucho calcetín blanco.
ResponderEliminaryo también sabía la adivinanza, no he leído a Larry Durrel pero sí y mucho a su hermano Gerald.
Saludos
Adivinanza fin de semana
ResponderEliminar1.-
El autor no es francés pero escribe en francés que siempre ha sido una lengua culta y ahora va de capacaida la pauvre.
2.-
No llegó al siglo 21 pero casi y sus obras se representaron mucho y todavía lo hacen, aunque cada vez quedan más absurdas para los tiempos. (Con lo que está callando que es el tópico actual)
3.-
El personaje que da título a la obra es famoso sobre todo por no aparecer en toda la obra, solo al final se alude a que se estaba peinando.
pd. me alegro que Uno sea uno leido, que hay cada Uno ignorante...
Altolaguirre sabía francés porque vivío muchos años en París donde tuvo una imprenta.
ResponderEliminarPues muchas gracias por la información Palmeral, no tenía yo noticia de ella
ResponderEliminarSaludos
Posible resultado de la adivinanza:
ResponderEliminar"La Cantatrice Chauve" (La cantante calva), de Eugene Ionescu.