A los quince años, se enamoró de la química. El lenguaje pautado de los átomos y los orbitales encajaba con una lógica presente en muy pocas cosas salvo en la música. Balancear ecuaciones químicas era como resolver el sistema de apertura de una caja secreta china. Las simetrías ocultas en las columnas de la tabla periódica poseían parte de la grandeza del Júpiter. Y encima era posible ganarse la vida con eso.
Estoy por poner este texto a mis estudiantes al comienzo del curso de Química, un texto repleto de quimiofilia, palabra que me invento en oposición a la quimiofobia que adjudica todos los males a este oficio bien digno, que puede llegar a ser un arte, como le decía Juncal al Búfalo. Pienso que ‘balancear ecuaciones químicas’ debería haberse traducido como ‘ajustar ecuaciones químicas’. Para rematar esta imagen simpática de la Química, o este ‘blanqueamiento’, como se dice ahora, podemos añadir otro fragmento de esta novela tan interesante, que equipara en muchos momentos la Química y la Música, disciplinas ambas que han desarrollado un lenguaje propio
El primer año lo entusiasmó. Se sentaba en el auditorio junto a otros cuatrocientos estudiantes de Química mientras el profesor garabateaba pizarras llenas de ideas que pertenecían a un mundo dentro del nuestro. Los laboratorios —titulación, precipitación, aislamiento— eran como aprender a tocar un nuevo instrumento caprichoso pero espléndido. La materia estaba rodeada de misterios que esperaban a ser descubiertos. Al salir del laboratorio con olor a alcanfor, pescado, malta, menta, almizcle, esperma, sudor y orina, Els percibía el aroma embriagador de su futuro.
Todos los animales somos pura química , pero también somos eléctricos, si no fuésemos eléctricos seríamos un árbol.El desarrollo de la química nos hizo salir del Neolítico pero la química es víctima de la avaricia y también del deseo de ser mucho más longevos , cuando llega la electricidad y se une a los avances químicos mejora la calidad y las expectativas vitales pero se crea la tecnología y sacamos el átomo de la caja Pandora , tenemos la pandemia y la posible guerra nuclear , de alguna manera hemos avanzado demasiado y se han perdido valores como el pensar individualmente , claro que tenemos tanto miedo a morir que la tecnología y la ciencia nos alienieza , somos egoístas pero el planeta es un ente que nos parará los pies.
ResponderEliminarJean Sol siempre opino el primero porque comento antes que pasen 30 minutos de que leo el post , para escribír soy espontáneo, yo no tengo nada contra la química , pero cuando escribo digo lo que pienso
Saludos a todos
Hola, Manuel
ResponderEliminarTe contesto desde la bruma de la fiebre del covid, llevo desde el domingo confinado con mi hijo y estamos viendo una película de la saga de Fast and Furious al día. La espontaneidad es un concepto que se estudia mucho también en química
Un saludo cordial
Espero os recupereis pronto , hay una nueva prueba química consistente en en exponer células de un niño a una solución de covid para ver si el número de anticuerpos es suficientemente alto para evitar que un infectado se vacune y dañe el sistema inmune del niño , por eso el que sepamos que un niño se ha infectado es bueno para tomar una decisión, el laboratorio que ha desarrollado está prueba está en Canarias .
ResponderEliminarIgual os interesa ver el Rally de Montecarlo en RTVE play , ahora son coches híbridos de 400 + 100 cv que ha cambiado el mundo de los rally y los pilotos van opinando sobre la dificultad de estos bólidos, además hay un duelo Loeb vs Ogier que seguro encantará a tu hijo .
Un abrazo a ti y a tu hijo , espero que pronto nos puedas decir que ya estáis recuperados
Muchas gracias, Manuel
ResponderEliminarVamos bien, aunque a mí me duele la garganta. Nuestra rutina incluye unas partidas de Fifa al mejor de tres partidas que son míticas también. Tomo nota del rally
Un saludo
Pues yo aquí veo el misterio de la vocación. En familias-sagas que el oficio y estudios se transmite de padres a hijos la supuesta vocación es parte de la rutina familiar, pero en otros supuestos se desencadena por una afición, un gusto, una seducción misteriosa que le lleva a elegir alguna cuerda ancestral del instrumento posible.
ResponderEliminarAsí esta criatura desarrolla su quimicafilia, bien digna , tomo nota.La caja china asequible a él, los olorcillos ambientales, el mundillo de compañeros, la ausencia de móviles, supongo.Sin olvidar la parte práctica que dice el chiquillo de ganarse la vida.Bien por la juventud
Dear Woman
ResponderEliminarTodos los trabajos son iguales, pueden hacerse dignamente o puedes ser un chufla. También puedes fliparte y pensar que lo que haces es muy importante. Esto vale lo mismo para un bombero, futbolista, taxista u oficinista. Te voy a poner aquí un par de citas relativas a mi trabajo, no sé si sabes si que soy profesor.
Si tu padre es director de cine, te metes en el mundo del cine; si tiene un bar, lo heredas y sigues con él; y si es profesor de Lengua pues opositas, que ya sabes cómo se hace y qué esperan de ti. En realidad seguimos siendo una sociedad gremial
Ejército enemigo, Alberto Olmos, pág 122
“No tengo vocación de maestros y mucho menos de catedrático. Procuro, no obstante, cumplir con mi deber”
Antonio Machado, Biografía
´Vengaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Para estas fechas, padre e hijo ya estarán en un parque castellano recibiendo este sol extemporáneo. Recordando la anterior propuesta sobre medidas, sugiero la buena práctica de habituarse a afrontar a cada fobia con el hallazgo interno de una filia y eludir de esa manera la ola de fobias que parece doblegar la salud de tanta gente hoy.Entre ellas, la de volver a tocar lo que sea: un lodazal,una gallina, un zapato viejo, el cuerpo ajeno o aquellos gusanos de seda... Salud.
ResponderEliminarEstimado Pedro
ResponderEliminarYa estamos bien, muchas gracias. Hablando de padres e hijos y de medidas me ha venido a la cabeza un libro que acabo de terminar (estas perífrasis tienen que volver locos a los estudiantes de español): Nunca fuimos más felices, de Carlos Marzal, lo recomiendo a los lectores de este blog y lo sacaremos por aquí en breve.
Allí propone unidades de medida para el dolor, diferencia entre el dolor moral, que se mide en Macbeths y el dolor físico en el caupolicán , en honor al caudillo mapuche protagonista de La Araucana, de Alonso Ercilla.
Un saludo cordial y salud