Me echaban una mirada y efectuaban un cálculo rápido: un siete por ciento de probabilidades de ser una estafadora, un cuatro por ciento de ser prostituta, un cincuenta por ciento de padecer inestabilidad mental, un veinte por ciento de ponerme desagradable, un cuatro por ciento de manifestar un comportamiento violento.
Nunca ha sido el objetivo de estas líneas buscar el gazapo, sino más bien ilustrar cómo el lenguaje de la ciencia puede integrarse en las novelas de manera elegante y simpática. He aquí un buen ejemplo, con aire de canción de Kiko Veneno.
Si quisiera yo adoptar el antipático papel de tiquismiquis corrector, que en mis vacaciones de profesor intento olvidar, comprobaría si la suma de todos los los tantos por cientos es, como debe ser, cien
Parece que el tanto por cien mayor que se le atribuye es a enfermedad mental, lo cual es acorde al ambiente generado por overbooking de televisivos personajes y de psicologos. Pues así están las cosas, se amplia el termino de enfermedad mental de tal manera que la variedad tan rica de caracteres humanos, rarezas, manías, extravagancias, peculiaridades, mala follás,, pedorros, malgenios, pisacallos, flojos, et alios pasa a ser un totum revolutum sin gracias y con pastillas.
ResponderEliminarUna y una dos
una y una tres
no sale la cuenta
porque falta un churumbel
Ni se puede ser ya rarico ni se enmienda ya uno pues es una enfermedad, qué le vamos a hacer
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