…se sumió en el oscilante curso de los tiempos y tomó conciencia fríamente de que su existencia no era más que un puntito: se vio a sí mismo como una víctima desprotegida e impotente, el arco entre su nacimiento y su muerte desaparecía frágil en medio de los silenciosos combates entre mares que se retiraban y cadenas montañosas que se alzaban…
En la escala del tiempo geológico, la existencia humana es insignificante. Soy consciente de que esto ofrece un pobre consuelo a la gente que sufre, e incluso puede ser por sí misma esta toma de conciencia de la propia pequeñez una causa de sufrimiento para la gente extremadamente sensible.
Yo la ofrezco aquí sin embargo como una de las pocas herramientas que la poco valorada y poco carismática Geología puede ofrecer para hacer más llevadera la vida, somos un puntito nada más
Uno de los desafíos más arduos que se le platean al hombre es el de asumir que no es el rey de la creación, ni el centro del universo. Se requiere una cierta dosis de inteligencia, realismo y humildad para llegar a comprender que sólo es una minúscula parte de un remoto planeta, situado en los confines de una galaxia no demasiado importante, y durante un tiempo infinitesimal. La mayoría de nosotros pasamos este breve instante contemplándonos a nosotros mismos, ocupados en banalidades y sin apenas tener tiempo para establecer una verdadera comunicación con nuestros seres más próximos.
ResponderEliminarEs cierto que, en asociación con otros hombres, hemos construido catedrales y enviado naves tripuladas al espacio más cercano. También el transporte y las comunicaciones han experimentado grandes cambios, pero creo que seguimos contándonos banalidades sin sentido. Realmente, ¿ha mejorado la especie humana en estos últimos miles de años? En tan poco tiempo que nos queda de pervivencia como especie, no creo que podamos albergar muchas esperanzas. ¿Quizás la inteligencia artificial…?
Bienvenido, Olegario
EliminarPor volver a relacionar este asunto con la ciencia, me acuerdo de Giordano Bruno, que sintió alivio cuando vio que la Tierra no era el centro del Universo, me parece una reacción más sana y natural que el afán de protagonismo. En poesía, esta pequeñez propia ante el Universo ha dada lugar a muchos poemas, también
Un saludo cordial
Querido Jean Sol. Al pobre de Giordano Bruno le costó muy cara su visión cosmológica del Universo, superando el modelo copernicano. También es cierto que los poetas ven muy lejos y han sabido reconocer nuestra pequeñez con bellas palabras: “Señor, me cansa la vida, y el Universo me ahoga. ¡Señor me dejaste solo!, solo con el mar a solas”, que decía nuestro Antonio Machado.
EliminarAfectuosos saludos
Buenos días, Anónimo, sentidas palabras esas de Machado, que bien habrían podido pronunciarse en el Getsemaní.
EliminarAfectuosos saludos también (interpreto que Olegario y usted son personas distintas)
Sigo siendo Olegario, estimado Jean Sol. Olvidé firmar.
EliminarUn afectuosos saludo
El texto es una versión geológica de indefensión del puntito humano ante mares y montañas.La rabia que el maravillado puntito siente es que esa grandeza seguirá y, como decía Juan Ramón, Mi puntito se irá y la geología seguirá cantando .
ResponderEliminarAl fin y al cabo ser un puntito ya es algo, peor es la versión estoica del pueblo,"no somos ná"
El yo me iré y aquí seguirá el cachondeo es una aplicación del FOMO (Fear Of Missing Out), el miedo a perderse algo, que es uno de los motivos principales por lo que la gente no quiere morirse. Y está la parte de alivio de ser solo un puntito, que por mucho que nos digan los ecologistas, nuestra capacidad de fastidiar el planeta es muy limitada, si un día no reciclamos el plástico no pasa nada
EliminarVengaaaaaaaaaaaa