LOS HIJOS DEL EMPERADOR (CLAIRE MESSUD) Y LA QUIMIOFOBIA

 Tenía que ser todo como lo habían planeado, pero ella siempre, siempre guardaría en su corazón el recuerdo de su enterrado rencor, su sabor químico, y éste contaminaría y corroería la boda y su recuerdo, de forma invisible pero indudable, como un baño de ácido

Esta es una nueva acepción de la quimiofobia muy interesante. Normalmente la quimiofobia clásica asigna todos los males a la Química en oposición a los productos naturales sanos y benévolos, ‘libres de químicos’, dice la publicidad, como si eso fuera posible. Los químicos, sean productos o los que hemos estudiado Química, son inevitables y, como decía Camarón de los gitanos, ‘habemos buenos y malos y también semos cristianos‘

Aquí la quimiofobia da un paso más allá y atribuye carácter químico a los sentimientos desagradables, que contaminan y corroen las cosas buenas de la vida. El rencor con sabor químico, la verdad es que hay que reconocer que no está mal del todo.

UNA MÚSICA FUTURA (MARÍA JOSÉ NAVIA) Y LA DIABETES TIPO 1

 Yo no calzaba con el perfil. No tenía sobrepeso, casi no comía dulces, corría maratones. Pero ahí estaba el diagnóstico: diabetes tipo 1. Y ahí fue apareciendo cada una de las complicaciones. El corazón acelerado, los ojos llenándose de sangre. El miedo a que, cualquier día, me cortaran una pierna,

‘Mi amiguita Cyborg’, me había bautizado el día de ese primer implante. El chip blanco y redondo en mi brazo que se cambiaba cada catorce días. El que evitaba que mis dedos se convirtieran en colador. El que daba los gritos de alarma en un cuerpo que no sentía nada

Ustedes lo habrán visto en las piscinas y playas, la pegatina en el hombro sujetando el chip que tanto ha mejorado la vida de los diabéticos. Ya no tienen que pincharse, ‘evitando que mis dedos se convirtieran en un colador’.

Me hace gracia lo de cyborg porque también yo lo veo como una experiencia próxima al transhumanismo. Siento algo parecido cada vez que me pongo las lentillas cada mañana y salgo a la calle cual Terminator

EL BUEN SOLDADO (FORD MADOX FORD) Y LAS PROPIEDADES DEL ACERO

El acero es una sustancia normal, dura y brillante. Pero si se lo coloca sobre un fuego muy intenso se pone al rojo, se ablanda y resulta imposible de manejar. Si se lo coloca en un fuego todavía más intenso, empieza a derretirse. Eso fue lo que pasó con Leonora.

El acero es una aleación de hierro principalmente con propiedades muy interesantres en la construcción. Como tantos otros metales se ‘pone al rojo’ con la suficiente temperatura, de hecho, la Física clásica era incapaz de explicar esta emisión roja, dando lugar a la catástrofe ultravioleta, de la que hablaremos otro día.

Y como todas las sustancias, se funde si se le calienta lo suficiente. Su punto de fusión es un rango (no uno concreto por no ser una sustancia pura) en torno a los 1400C. La comparación que se hace en el texto con el carácter de Leonora está muy bien.

También Camarón recurrió al acero como imagen de la forma de ser en estos fandangos:

Por que tu veas q yo soy bueno
tu no abuses de la miiiiiaa bondad
Porque tu veas que yo soy bueno…
Y no trates de dominarme
porque soy mas duro que el acero
antes roto que doblarme aaayyyy….ay…

 

Aunque lo cierto es que el acero es dúctil y maleable, por eso es tan interesante, no tan rígido como da a entender el fandango