lunes, 29 de septiembre de 2025

LOS HIJOS DEL EMPERADOR (CLAIRE MESSUD) Y LA QUIMIOFOBIA

 Tenía que ser todo como lo habían planeado, pero ella siempre, siempre guardaría en su corazón el recuerdo de su enterrado rencor, su sabor químico, y éste contaminaría y corroería la boda y su recuerdo, de forma invisible pero indudable, como un baño de ácido

Esta es una nueva acepción de la quimiofobia muy interesante. Normalmente la quimiofobia clásica asigna todos los males a la Química en oposición a los productos naturales sanos y benévolos, ‘libres de químicos’, dice la publicidad, como si eso fuera posible. Los químicos, sean productos o los que hemos estudiado Química, son inevitables y, como decía Camarón de los gitanos, ‘habemos buenos y malos y también semos cristianos

Aquí la quimiofobia da un paso más allá y atribuye carácter químico a los sentimientos desagradables, que contaminan y corroen las cosas buenas de la vida. El rencor con sabor químico, la verdad es que hay que reconocer que no está mal del todo.

2 comentarios:

  1. Había yo oido hablar de la espinita clavada en el corazón, de un nescioquid que viene a ser un run run o un come come, pero no de un sabor químico, de un ácido corrosivo. Es verdad que es un paso más a la quimiofobia.
    El regustillo del rencor ,como casi todo, se deja caer en la microbiota y en los reflujos esofágicos y de ahí la acidez estomacal pero dicho como se dice aquí queda mejor.
    Camarón es un ejemplo a considerar como modelo frente a la polarización, y a los valores de occidente. A jierro

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  2. Dear Woman
    Otra cantaora, Tía Anica la Piriñaca, decía que cuando cantaba a gusto le sabía la boca a sangre y por lo visto es posible que al forzar la voz se rompan vasos sanguíneos de las cuerdas vocales.
    Otra cantaora de prestigio, partidaria del cobro por adelantado, decía aquello de 'si quieres que te cante, la manteca por delante'
    Saludos cordiales

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