La ciencia, la ciencia puede analizar una chuleta de cerdo y decir cuánto contiene de fósforo y cuánto de proteínas, pero la ciencia no puede analizar el deseo de chuleta de cerdo de ningún hombre y decir cuánto tiene de hambre, cuánto de costumbre, cuánto de capricho nervioso, cuánto de persistente amor a las cosas bellas. Cuando un hombre desea chuleta de cerdo, su deseo permanece literalmente tan místico y etéreo como su deseo del cielo
Bueno, pues la ciencia dice cuánto fósforo tiene la chuleta, que no es poco. Pero como apunta Chesterton no aporta mucho sobre ese y otros deseos del hombre. Para eso tenemos otras cosas los hombres, el arte, por ejemplo. Algo parecido comentamos por aquí a cuento de EmiliaPardo Bazán y Ramón y Cajal
Ahí está la chuleta en el dibujo y hay un mozo que se relame. Imposible medir nuestra pulsión chuletera tan mediatizada por colesteroles, grasafobia, veganismo o penuria y bien lo dice Chesterton. Ante una chuleta como ante tantas cosas somos uno y miles.
ResponderEliminarPero hay un curioso sabio, muy de moda ahora , Harari que parece profetizar que el auge de la inteligencia artificial puede canalizar los miles datos que fluyen del universo respecto a la chuleta , por tanto o los datos o la chuleta acabarán siendo manejables y computables. Entre su Homo Sapiens y su Homo Deus puede ocurrir que la chuleta devenga la costilla de Adán, que probablemente fuera la de Eva y así se cerrarían varios círculos. Todo es computar
Dear Woman
ResponderEliminarEs usted una caja de sorpresas. No me esperaba que usted fuera lectora de Harari, cuyo aspecto siempre me ha recordado al de aquel entrevistador de onda Giralda o de canal 47 que hacía publicidad del centro capilar Mariano García, cuando el pobre tenía muy poco pelo además
Saludos cordiales
El deseo por comer una hamburguesa de cerdo se mide por la estadística, el pasado fin de semana hubo colas de coches de más de 12 horas por comer una hamburguesa , sucedió en Aurora ( Colorado ) en la inauguración de una cadena de hamburguesería de gran éxito en California . En Euskadi y Navarra hay quien se desayuna un chuletón de kilo todos los días
ResponderEliminarPrecisamente ahora acabo de ponerle a los alumnos Super Size Me, yo soy un gran carnívoro. Antes de nos encerraran me comí una hamburguesa enorme, que incluía un trozo gordo de costilla en Goico.
ResponderEliminarY los chuletones...riquísimos
Saludos cordiales