El árbol en el que está posado aquí lo llaman árbol de la lluvia. Le dan este nombre porque recoge el rocío en las flores, y cuando amanece y las cierra para protegerse del sol, vuelca el agua sobre el que esté debajo…¡Si te quedas dormido te despierta con una buena ducha!…
Tamarindo, samán… y muchos nombres más. Los árboles, como los pájaros y los peces, pueden tener una gran variedad de nombres según la zona. La intervención de Linneo no pudo ser más oportuna para poner un poco de orden.
Si bien el principal uso del samán fue el de dar sombra al ganado y algunas de sus partes son comestibles su mayor prestigio procede de la filigrana hidráulica que ejecuta y que describe el texto y de su forma de copa majestuosa, en ese sentido recuerda al drago.
Valga también la entrada para recomendar la novela, que está bien, pero sobre todo los diarios de este autor, Lo que cuenta es la ilusión, en el que cada entrada del diario está marcada con un número, 19564 por ejemplo, que corresponde que el número de días vividos por el autor hasta el momento. Me costó entenderlo pero me pareció bien
Hace tiempo eran famosos Los tres Suramericanos que popularizaron la "sabrosa pulpa del tamarindo" y la canturreábamos todos sin haber visto un tamarindo en la vida. Y ahora conocemos esta segunda virtud que tiene de recolectar el rocío tan sosteniblemente bien en todos los sentidos y regar el suelo mediante ese prodigioso ingenio hidráulico.
ResponderEliminarEl nombre de samán nunca lo he oído pero si tiene que ver el gran Linneo que le dio el nombre de samanea, que un gracioso diría faltándole al respeto ",se llama así porque si sa menea te ducha"
La samanea, sí señor, que no solo si samenea te ducha sino que, mucho peor, se mea en la ducha
ResponderEliminarY como cantaba Camarón
cómo ronea, cómo ronea, delante el novio para que la vea
Vengaaaaaaaaaaaaaaaaa