Me remontaba a la idea de un dios creador. Un espíritu que no hacía pie en nada, capaz de establecer las leyes del equilibrio, la gravedad y el movimiento. Pero su universo era una rotación de bolillas, mayores o menores, opacas o luminosas, en un espacio preciso, como recortado por el alcance de una mirada, en el cual el sonido resultaba inconcebible.
Me gusta mucho este párrafo, es una pena que no esté al comienzo de la novela, porque sería un comienzo muy bueno, sino en la página 129 de la edición de Alfaguara que yo he leído. Así se empiezan las cosas, como el Big Bang. o como el Boom latinoamericano, suerte de Big Bang literario que dejó en la periferia a este escritor tan interesante.
Con respecto a la última frase, que el sonido resulte inconcebible en el espacio vacío, es muy fina, ya que las ondas mecánicas no pueden propagarse en el vació. Es un asunto sobre el que volveremos y que las películas de ciencia ficción están empezando a cuidar, porque no es posible escuchar el ruido de disparos y detonaciones en las batallas de las películas espaciales
Me gusta la idea de un Dios creador que no se apoya en nada, que no está sentado pero tampoco revolotea y que es capaz de organizar el difícil equilibrio de lo que llamamos mundo pero que debe ser algo indescifrable, galaxias y constructos literarios , que no se cae a pesar de estar ahí en medio , y además con problemas de audición.
ResponderEliminarMuy interesante las detonaciones resonando fuera de tiempo y que los directores deben llevar cuidado con los tiros y las explosiones, que los blog de ciencia, son el ojito de Dios y se percatan de todo
Los blogs de ciencia repelentes no descansaremos hasta que toda película cuente con un asesor científico, y ningún dios creador sordo nos hará cambiar de idea
ResponderEliminarSaludos cordiales